Elízabeth Romero
Gregorio y Juan Torres, y Erick Salgado, detenidos por la masacre ocurrida el 19 de julio en el sector de Ciudad Darío, ya cumplieron las 48 horas de detención, por tanto el arresto es ilegal, dicen sus familiares.
El Código Procesal Penal de Nicaragua establece el término de 48 horas para que las autoridades presenten a juicio a los sospechosos de haber cometido algún delito.
En el portón principal de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) permanece Gregorio Torres Molinares, padre de dos de los detenidos, quien estaba esperanzado que la liberación del adolescente Franklin Martínez fuese un augurio de la libertad para los demás presos.
El director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión, expresó a los agentes policiales en el portón de la DAJ, que legalmente esas tres personas no deberían continuar detenidas o en su defecto, “a estas alturas deberían estar acusados, que la familia lo sepa”.
Torres afirmó que este lunes 21 de julio los oficiales les expresaron que hoy martes los dejarían en libertad, pero al presentarse por la mañana, les indicaron que aún no han dado la autorización.
El progenitor criticó la detención arbitraria de sus vástagos y alega son inocentes.
“Ahora mire usted, si fueran unos criminales… además, se demuestra que uno es sandinista, y ellos (los detenidos) son sandinistas. ¿Por qué los tienen detenidos aquí?”, preguntó Torres.
La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) ha documentado la detención de al menos cuatro personas en comunidades de Matagalpa, el sábado 19 de julio. Tres de ellos ya fueron puestos en libertad, pero aún está detenido José de Jesús Espinoza, quien fue detenido el 21 de julio en la vía pública en San Isidro, sin orden de captura.
El abogado de la CPDH, Pablo Cuevas, dijo que de San Isidro lo trasladaron a Matagalpa y luego, aparentemente, fue llevado a la DAJ, en Managua. Hasta ahora nadie ha explicado el motivo del arresto.