MANAGUA/AFP
El Gobierno de Nicaragua denunció ante la OEA el ataque con armas de fuego contra una caravana de simpatizantes del Frente Sandinista el pasado sábado 19 de julio, que dejó cinco muertos y 28 heridos, informó este martes el gobierno.
El caso fue presentado al presidente del Grupo de Trabajo-Visión Estratégica del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), el mexicano Emilio Rabasa Gamboa, durante una sesión de trabajo el pasado lunes 21 de julio en Washington.
“Cinco familias están de luto y nuestro país está consternado por este hecho criminal contra ciudadanos pacíficos que conmemoraban 35 años” de la revolución, señala un texto publicado por el gobierno.
“Producto de esta masacre, en el que los autores se ocultaron en la oscuridad de la noche y dispararon a unos 15 metros de distancia de los autobuses” que circulaban por una carretera del norte del país, resultaron cinco personas muertas, entre ellas dos mujeres, indica el informe.
El experto en derecho internacional Mauricio Herdocia explicó a la AFP que la denuncia ante la OEA busca “concertar la solidaridad alrededor de estos hechos”. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, calificó el lunes el crimen como una “verdadera masacre”, pero llamó a sus partidarios a no tomar represalias y dejar que las autoridades investiguen y lleven a los tribunales a los responsables.
La policía atribuyó el domingo la emboscada a grupos “asesinos”, sin precisar el origen ni la identidad de sus miembros, en tanto anunció que había cuatro sospechosos detenidos.
Familiares de los detenidos afirmaron el lunes ante un organismo de derechos humanos en Managua que los jóvenes arrestados son simpatizantes sandinistas que regresaban a sus casas después los festejos del la revolución, y que no tenían nada que ver con lo ocurrido.
El lunes, la policía liberó a uno de los sospechosos, de nombre Frank Martínez, de 15 años, sin brindar explicaciones, informaron los medios locales.