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Sistema financiero no teme a El Niño

Más que considerar una desaceleración del crédito, los gerentes de los bancos defienden que este año lo que existe es una estabilización de su crecimiento, algo normal, aseguran, luego de registrar una expansión que en su momento superó el treinta por ciento anual.

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Lucía Navas y Lucydalia Baca C.

Más que considerar una desaceleración del crédito, los gerentes de los bancos defienden que este año lo que existe es una estabilización de su crecimiento, algo normal, aseguran, luego de registrar una expansión que en su momento superó el treinta por ciento anual.

Cerrar el 2014 con un crecimiento de la cartera bruta del crédito en veinte por ciento es satisfactorio para el sector bancario de Nicaragua. A mayo, esta cartera se situó en 3,434 millones de dólares, 22.2 por ciento de aumento interanual.

Un crecimiento al que también aspiran las microfinancieras, que con cautela la estiman en 15 por ciento. La meta sigue siendo llegar a los 350,000 clientes que tenían antes de la crisis de mora que inició en 2008 y de la que se continúan recuperando.

Son dos caras de un Sistema Financiero donde bancos e instituciones de microfinanzas saben que son claves para que la economía crezca, al disponer y facilitar los recursos que los entes productivos necesitan.

El 2014 “ha sido un buen año”, valoran Juan Carlos Sansón, gerente general del BAC Nicaragua, y la gerente de Negocios de Banco Procredit, María Soledad Castañeda.

La sanidad del sector bancario la evidencia el índice de morosidad de la cartera de crédito bruta que es de 0.98 por ciento a mayo pasado.

Castañeda resalta que en términos numéricos aún en la época postcrisis financiera, la mayoría de bancos en el país presentó una cartera de riesgo que en pagos estuvo por encima del 85 a 90 por ciento.

“Eso dice mucho de la voluntad de pago de los nicaragüenses”, expresó Castañeda.

Sansón, por su parte valora que el nivel de crecimiento de la cartera total —si bien no es tan alto como en años anteriores— “es bastante adecuado y sano”.

“Si vos tenés muchos años de crecimiento tan alto (treinta por ciento anual) podés estar sembrando cartera con bastante riesgo”, sostiene Sansón.

Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), comparte que la banca debe moderar la expansión crediticia para evitar la creación de “burbujas” que se conviertan en un problema y expongan al sector a un riesgo.

Chamorro explica que las burbujas financieras se crean cuando un banco entrega crédito a un segmento o actividad sin cuidar la capacidad de endeudamiento.

NICHOS DE MERCADO

Aunque Sansón afirma que en el país, los seis bancos privados actúan “como una especie de banca universal” porque colocan recursos en todos los sectores “porque siendo una economía pequeña no permite trabajar solo en un nicho de mercado”, cada uno tiene un segmento donde es más fuerte.

En el caso de BAC Nicaragua, Banpro y Bancentro, entre el 30 y 40 por ciento de sus carteras crediticias están colocadas en el segmento comercial. Banco Procredit tiene el noventa por ciento de sus préstamos en ese mismo segmento.

[doap_box title=”Depósitos, muestra de confianza” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Para Rolando Sevilla, presidente del consejo directivo del Fondo de Garantía de Depósitos ( Fogade), el crecimiento de los depósitos en los bancos muestra que la confianza de la población se va fortaleciendo.

Los depósitos totales en el Sistema Financiero Nacional cerraron en mayo 4,232.7 millones de dólares, creciendo 16.8 por ciento la tasa interanual.

“Creo que es una buena tasa de crecimiento”, valora Sevilla al recordar que a partir de 2012 la tendencia ha sido de recuperación tras años previos de prácticamente estancamiento.

“Eso está ligado al mismo desempeño de la economía. Es un signo de un mayor nivel de bancarización y si bien hay mucho campo donde avanzar, eso obedece a que los mismos bancos se han ido flexibilizando y creando programas para abarcar sectores como pymes”, analiza Sevilla.

En particular, el Banpro, dice Enrique Gutiérrez, vicegerente general de Finanzas y Operaciones, el crecimiento que tienen el crédito, es fondeado principalmente por depósitos del público, que a junio se ubicaron en los 1,557 millones de dólares, creciendo a una tasa interanual de 18 por ciento.

Afirma que esos niveles responden a la estrategia de fortalecer los canales de servicios. Menciona que a un año de iniciado el programa Agente Banpro, ya hay más de 1,000 en el país, facilitando las transacciones bancarias en sectores que antes no estaban bancarizados, así como la modernización de servicios como la nueva billetera electrónica en el celular.

[/doap_box][doap_box title=”Patrimonio se eleva” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

13,953 millones de córdobas (545 millones de dólares) cerró el patrimonio del sistema bancario en 2013, según el reporte de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras presentado a la Asamblea Nacional.

2,301 millones de córdobas se incrementó el patrimonio de la banca, un 19.7 por ciento respecto a los 11,652.7 millones de córdobas obtenidos en 2012.

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En el Banco de Finanzas el segmento de más peso son los préstamos de vivienda (33.2 por ciento), en cambio para Citibank Nicaragua, su cartera mayor es la de préstamos personales con el 48.8 por ciento.

Enrique Gutiérrez, vicegerente general de Finanzas y Operaciones de Banpro Grupo Promérica, detalla que a junio, los activos totales de esta entidad alcanzaron los 1,895 millones de dólares, lo que significó un crecimiento interanual de 15 por ciento. “La mayor parte del crecimiento de nuestros activos se concentraron en cartera e inversiones, la mayor parte de las cuales son líquidas. A junio, nuestros activos productivos alcanzaron un monto de 1,394 millones de dólares versus 1,179 millones” que tenían en junio del año pasado.

Gutiérrez resalta que el aumento es con calidad “pues hemos mantenido indicadores de mora muy bajos e indicadores de cobertura de provisiones sobre la cartera en riesgo de cerca de 300 por ciento”.

El comportamiento denota cómo lentamente la banca nacional se dirige a la actividad pecuaria, terreno descuidado históricamente. A mayo pasado, la cartera total del sector llegó a 71 millones de dólares, incrementó 40.6 por ciento interanualmente. Pero apenas es el dos por ciento de la cartera crediticia de todo el Sistema Bancario.

Castañeda, de Procredit, dice que las amenazas de la sequía y su daño al sector agropecuario son oportunidades para apoyar a los clientes en el desarrollo de sus negocios. Este banco estima cerrar con un diez por ciento de crecimiento de su cartera total y alcanzar los cien millones de dólares.

Por su parte, Sansón asegura que pese a los problemas climáticos y el riesgo que eleva a la actividad agrícola, los bancos están dispuestos a dar financiamiento, tomando siempre precauciones.

“Te pongo el ejemplo del café, un rubro que pasa por ciertos problemas con la roya, el cambio climático también, el de la caída de los precios (internacionales) que después mejoró, sin embargo nosotros estamos financiando café”, afirma.

BAC Nicaragua cerró abril pasado con una cartera crediticia total de 891 millones de dólares. “Nosotros no hemos tenido la necesidad de trabajar con techo de cartera disponible para sectores, porque afortunadamente está bastantes distribuida”, indica Sansón.

Este banco cuenta con un nivel de liquidez del 33 por ciento, “ese es el realito que tenés ahí alzado con lo que podríamos atender las necesidades (de financiamiento) de diferentes sectores”.

Hacerlo “con cuidado” asegura la viabilidad del negocio. “Que el productor le dé un buen mantenimiento a sus plantaciones, si vemos que no lo hace entonces no nos metemos a darle financiamiento”, dice Sansón.

Ese actuar con atención en el sector agrícola por su exposición al riesgo climatológico no es de sorprender, según Sansón al indicar que siempre ha sido una variable muy importante para que un banco decida ser o no agresivo en este sector.

“Nosotros tenemos buenos agricultores e industrias maduras y desarrolladas como el azúcar, el arroz, el maní, donde la gente maneja sus riesgos bien, pero hay que estar vigilándolos”, afirma.

A RECUPERAR CLIENTES

La misma visión comparten las entidades de microfinanzas para no ver entorpecidas su metas de aumentar la cartera crediticia y de clientes.

El sector creció en 2013 un 12 por ciento, con 195 agencias le permitió llegar a 251,741 clientes entre los que colocó una cartera de 185.20 millones de dólares.

La meta para este año es colocar una cartera de 200 millones de dólares, aunque todo depende de la disponibilidad de los acreedores. “Los que afortunadamente han demostrado un mayor interés por regresar y tener presencia en Nicaragua”, apunta el director ejecutivo de Asomif, Alfredo Alaniz.

Dicho crecimiento se sustentará en la ampliación de la oferta a través de “nuevos actores que han entrado al mercado, pero con una dinámica más comercial y agresiva, basada en la experiencia de otros países, lo que a la vez forzará al resto de instituciones a ser más eficientes”, dice el presidente de Asomif, Fernando Guzmán.

Asomif reconoce que los efectos que causará la sequía provocada por El Niño, sobre todo en la siembra del subciclo de primera, son una amenaza latente sobre el sector agrícola. Pero se confía que no entorpezcan las metas de crecimiento.

“Hay que reconocer que la parte más importante de la actividad agrícola se centra en la siembra de los subciclos de postrera y apante, nunca en la primera. Entonces consideramos que las lluvias de las últimas semanas podrían significar una producción de postrera normal. Aunque tratar de predecir el clima es muy difícil”, apunta Alaniz.

Además, en base al desarrollo de la temporada lluviosa, Alaniz confía en que los efectos de El Niño, “sean puntuales en zonas específicas y no generalizados” por lo que no deben afectar las metas de crecimiento del sector.

“También hay que tomar en consideración que las instituciones que atendían mayoritariamente el sector agropecuario, por efecto de la crisis que concluyó en el 2012, redujeron significativamente sus agencias en la zona rural y la entrega de crédito se volvió más selectiva y basada en la experiencia y resultados del cliente en años anteriores”, explica Alaniz.

Según los representantes de Asomif para efectos de reducción de riesgo, la cautela que aplican al elegir a los beneficiarios de los créditos les permite, determinar que aunque se registre déficit de lluvia en algunas zonas, hay otras dónde la lluvia es normal. Al igual que hay cultivos más sensibles a la escasez de lluvia, hay otros más resistentes.

La caída de precios en el mercado internacional también podría significar una amenaza para las metas de crecimiento. Sin embargo, Alaniz estima que la recuperación que han mostrado en los últimos meses las economías de los países desarrollados “aunque sea leve” despejan el temor de una caída de precios.

“De manera que para este ciclo no creemos que vayamos a tener problemas por una caída de precios”, asegura Alaniz.

(Colaboración de Yohany López)

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