Leonor Álvarez
Ser joven y guapa le mereció a la presidenta de la Asamblea de Ecuador, Gabriela Rivadeneira Burbano, los piropos y el acercamiento al presidente inconstitucional Daniel Ortega, en el acto del 19 de julio.
Pero algunas personas consideran que fue una actitud machista, sexista e irrespetuosa de parte de este mandatario que la llamara para acercarse a él y que le dijera “joven y guapa”.
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Ana Quirós, exvocera de la Coordinadora Civil, manifestó que se evidenció el irrespeto de este gobernante, un adulto mayor, a una joven que además es la presidenta de la asamblea ecuatoriana.
Quirós considera que Ortega llamó a Rivadeneira con esta particularidad por su condición de mujer “joven y guapa”, como él mismo lo dijo, no por sus cualidades profesionales. En cambio, a un funcionario hombre, aunque fuese destacado y profesional, nunca lo hubiese llamado así, opinó Quirós.
“Su valoración de las mujeres pasa por lo físico y no es una relación de respeto ni de igualdad”, expresó Quirós, quien agregó que la pareja presidencial Ortega-Murillo tiene una relación de “irrespeto mutuo”, porque su esposa Rosario Murillo lo regaña en público y él coquetea con otras mujeres delante de ella.
La diputada Edipcia Dubón manifestó que ya es costumbre del mandatario Ortega romper con todas las reglas de protocolo en los actos públicos y la mayor característica de su falta de respeto es llegar tarde a las actividades donde lo están esperando funcionarios nacionales y extranjeros, pero en este caso particular con la presidenta Rivadeneira le pareció “irrespetuoso, fuera de lugar e igualado”.
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