El presidente sirio, Bashar Al Asad, acudió este lunes a la oración de la fiesta del Eid Al Fitr, que marca el fin del Ramadán, en una mezquita en Damasco, a pesar de los disparos de mortero, mostró la televisión.
Las imágenes de la televisión siria mostraron la llegada de Asad a la mezquita de Al Jeir, en Muhajirin, un barrio del noroeste de la capital, donde vive. Le dio la bienvenida el muftí de Siria, Mohamad Badredin Hasun.
Al finalizar la oración, decenas de fieles se precipitaron sobre Bashar Al Asad para saludarle y algunos le dieron la mano, según las imágenes emitidas por la televisión.
Varios obuses cayeron durante la mañana en la capital, entre otros en Muhajirin, indicó por su parte la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Paralelamente, al menos 15 civiles, entre ellos seis niños, murieron en los bombardeos nocturnos de la aviación siria y por los disparos de obuses rebeldes en Alepo, ciudad del norte del país, informó este lunes el OSDH. “Al menos nueve civiles, entre ellos tres niños, murieron por la noche por la explosión de dos barriles de explosivos en el barrio de Chaar”, controlado por los rebeldes, en Alepo, indicó el OSDH, que señaló que se trata de un balance provisional, debido a que hay muchos heridos.
Otros seis civiles, entre ellos tres niños y una mujer, murieron en el barrio de Jabiriyé, bajo control del gobierno, por la explosión de un obús.