Lucydalia Baca Castellón
Representantes del sector productivo advierten que, de mantenerse el actual déficit de lluvias, a finales de agosto los habitantes de las comunidades del corredor seco, comenzarán a enfrentar una crisis provocada por la escasez de alimento.
“En esa zona hay una situación muy crítica. Lo hemos conversado y el Gobierno está viendo un plan de emergencia para proveer alimentación a las personas. Ahorita estamos hablando de salvar ganado, pero tendremos que entrar a salvar personas que es todavía más importante”, dijo el presidente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG), Álvaro Fiallos.
La sequía ha sido tan agresiva que amplió el área del llamado Corredor Seco. Antes no incluía comunidades de Rivas y Carazo que ahora están afectadas. En León y Chinandega se amplió a los municipios del norte. Lo mismo ocurrió en Nueva Segovia y Jinotega donde ahora comprende más allá de La Concordia.
Además, un veranillo prolongado e intenso, una temporada ciclónica más leve en el Atlántico y más activa en el Pacífico Oriental y la finalización temprana de la época lluviosa en algunos países de la región.
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“O sea que el ancho del Corredor Seco que nosotros hemos manejado ahora está más grandecito porque el efecto de la sequía ha sido más amplio”, lamenta Fiallos, quien insiste en que sin ser “alarmistas” hay que atender la situación.
SITUACIÓN CRÍTICA
En estas zonas se perdió la cosecha de maíz, que constituye el mayor volumen de producción en la siembra de primera. Tampoco se produjo frijol y se desconoce si se podrá sembrar en postrera. A eso hay que sumarle que las fuentes de agua se están secando. Los ríos han bajado sus niveles y los dueños de pozos están excavando uno o dos metros más en busca del agua.
Según Fiallos, en 2014 la producción de maíz y frijol se concentrará en las zonas húmedas tradicionales de Nueva Segovia, el norte de Jinotega, Matagalpa y las Regiones Autónomas del Caribe donde tradicionalmente han enfrentado exceso de lluvia, pero que este año tienen lluvias cosecheras.
Esto implica, según Fiallos, que de no normalizarse las lluvias en el Corredor Seco que permitan la cosecha de postrera, se tendrá que seguir importando ambos productos para garantizar el abastecimiento nacional. En el caso del arroz no se espera afectación.
Gustavo Toruño, vicepresidente de la UNAG, añadió que los productores deben prepararse “porque no sabemos esta sequía hasta dónde va a llegar”, ya que de seguir así, “el próximo verano sí va a ser duro por la escasez de alimento”, porque serían tres períodos consecutivos sin lluvia ni condiciones aptas para la siembra.
De llegar las lluvias a partir de agosto, la UNAG recomienda sembrar de inmediato sin esperar el inicio de la postrera o apante, ya que en años como estos no hay producción por ciclos.
En tanto, la Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (SECAC) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), reiteraron el llamado a que los Gobiernos de Centroamérica y República Dominicana implementen acciones nacionales y regionales para reducir el impacto de la sequía en la actividad agropecuaria.
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