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Pablo Hernández Hernández, filósofo costarricense, hablará sobre algunas obras emblemáticas de artistas nicaragüenses y centroamericanos en la posguerra. LA PRENSA/CORTESÍA

¿Arte político?

Pablo Hernández Hernández, crítico de arte costarricense, presentará una de sus investigaciones: Imagen-palabra, lugar, sujeción y miradas en las artes visuales centroamericanas.

Pablo Hernández Hernández, crítico de arte costarricense, presentará una de sus investigaciones: Imagen-palabra, lugar, sujeción y miradas en las artes visuales centroamericanas.

La edición enfoca la relación entre las imágenes y las palabras en las artes visuales centroamericanas, con énfasis en la producción artística y cultural de la región en el periodo de posguerra (1987-2006).

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Mañana jueves 31 de julio, a las 6:30 p.m., en el Centro Cultural de España (primera entrada de Las Colinas, siete cuadras arriba, Managua). Entrada libre.

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Pablo Hernández Hernández es desde 2003 profesor titular de la Escuela de Filosofía de la Universidad de Costa Rica en las áreas de Estética, Filosofía del Arte, Filosofía de la Cultura y Metafísica. Ha sido docente invitado en la Universidad del Valle en Cali (Colombia), en la Universidad de Potsdam y Universidad Libre de Berlín (Alemania), y en la Universidad de Chile, en Santiago de Chile. Miembro de los Consejos Científicos del Instituto de Investigaciones en Filosofía y del Programa de Posgrados de la Universidad de Costa Rica.

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Hernández plantea en su tesis cuál es el papel que han jugado las artes visuales en el panorama de los Acuerdos de Paz y tomó como base para su investigación 400 obras de artistas centroamericanos.

AURAS DE GUERRA

Entre las obras analizadas y con mayor despliegue está Auras de guerra (instalación) del nicaragüense Ernesto Salmerón. Al respecto Hernández hace un recorrido por el camión IFA que es parte de la obra y el Muro donde aparece la silueta de Augusto C. Sandino. El académico decepciona cada elemento de la obra y la examina.

Además de Salmerón las obras de otros artistas son expuestas como la de Alejandro Méndez, donde a partir de la imagen prevalece la metáfora y la ironía en un juego permanente.

Para Hernández: “Esta investigación ha demostrado que la imagen-palabra de las artes visuales centroamericanas contemporáneas puede ser evaluada como un espacio para el planteamiento, desarrollo y exposición sobre esta discusión sobre las convenciones, sus roles ideológicos, y políticos, y sus implicaciones dentro de la cultura verbal y la cultura visual y dentro de sus relaciones más allá del limitado contexto de lo que se asume como campo artístico”.

En este sentido, el libro resulta particularmente interesante como relato del gesto crítico, que se levantó desde el arte para cuestionar los nuevos discursos que impusieron nuevas soluciones ideológicas a las disputas y confrontaciones que la región debió superar después de 1987.

La obra de Hernández se suma además a la cortísima lista de aportes que desde la reflexión académica e intelectual (en sociología, historia y —como en este caso— la filosofía del arte), buscan tomarle el pulso al arte que se produce en una Centroamérica convulsionada por cambios radicales en las últimas décadas.

Cultura libro Obras Visuales archivo

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