Los estatutos de la Federación Nicaragüense de Futbol (Fenifut) establecen que los jugadores y entrenadores nacionales están obligados a responder a los llamados de las distintas selecciones nacionales. Si no asisten sin una justificación de peso se exponen a una sanción.
El entrenador aclaró que la advertencia de querer quedarse o irse la hace el primer día con todas las selecciones, pero que el día del problema no dijo nada de eso.
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El caso de los diez jugadores que abandonaron la Selección Nacional Sub-20, que recién participó en la eliminatoria mundialista de El Salvador, es distinto al que los estatutos plantean, porque ellos se presentaron y se retiraron dos semanas previas al torneo. Por ese acto de indisciplina la Comisión Disciplinaria los castigó por un año sin poder participar en ninguna liga avalada por la Fenifut.
Los sancionados son los jugadores de la juvenil del Real Estelí: Ángel Rugama, Santiago Cruz, Fabio Jiménez y Johny López; más Luis López y Gerald González, del Diriangén; Einer Moncada y Rondol Agurcia (Nueva Segovia); René Huete (Juventus) y Bismarck Montiel (Matagalpa).
La razón del abandono
La Comisión emitió el comunicado de la sanción el 15 de julio. José María Bermúdez, secretario general de la Fenifut, explicó que solo los jugadores de Estelí y Juventus apelaron, pero no dio fecha exacta de la resolución. “Ellos sí tenían dos días después de recibir la notificación”, indica.
Bermúdez expresó que los jugadores desertaron porque no estaban conformes con lo que les estaban pagando, pero que ninguno lo reflejó en la carta de apelación. “Algunos dijeron que estaban lesionados y otros que el seleccionador Enrique Llena les dijo que el que se quisiera ir que lo hiciera, que no lo iban a castigar”.
“Nosotros no le pagamos a los seleccionados de ninguna categoría, lo que damos es una ayuda”, aclara Bermúdez. “En mis tiempos, en la selección no te daban nada y uno asistía porque le gustaba. La actitud de ellos no fue la correcta”, señala.
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