BOGOTÁ/AP
Un coronel en retiro del Ejército fue capturado el jueves para que responda entre otros crímenes por el asesinato hace 15 años del humorista y periodista Jaime Garzón, se informó oficialmente.
Se trata del coronel en retiro Jorge Eliécer Plazas Acevedo, quien fue arrestado por la Policía en el municipio de San Martín, en el departamento de Meta y a unos 105 kilómetros al sur de Bogotá, explicó en rueda de prensa el vicefiscal general Jorge Fernando Perdomo.
La familia de Garzón expresó de inmediato su satisfacción por la detención de Plazas Acevedo. Marisol Garzón, hermana del humorista, dijo por teléfono a The Associated Press que “nosotros como familia nos mostramos complacidos de que la justicia esté haciendo su tarea”.
Plazas, según el vicefiscal, “está condenado a 40 años de prisión y ahora tendrá que afrontar el proceso por la presunta responsabilidad como coautor del homicidio de Jaime Garzón”, perpetrado en las calles de la capital colombiana el 13 de agosto de 1999.
El otrora militar se encontraba prófugo desde 2003. Se había evadido de una guarnición militar. En cuestión de horas será trasladado a Bogotá, según la Fiscalía.
“Esperamos que a partir de esta recaptura podamos obtener información que nos permita esclarecer otros hechos y terminar de esclarecer (delitos) donde ya sabemos se encuentra involucrado el coronel retirado”, indicó el Perdomo.
Para la época del asesinato de Garzón, Plazas laboraba en las unidades de inteligencia de la XIII Brigada del Ejército en Bogotá.
La Fiscalía tiene establecido que Garzón fue asesinado tras una componenda entre paramilitares y militares corruptos.
Los personajes del humorista y periodista incluían a un anciano derechista y a un portero de un edificio que Garzón llamaba Colombia, a través de quienes describía los problemas y complejidades del país. Otro personaje, un humilde lustra botas, entrevistaba a los más famosos personajes del mundo de la política, la farándula, la iglesia y el deporte, medio en chiste, medio en serio, haciendo las más punzantes críticas.
El funeral de Garzón en la céntrica Plaza de Bolívar fue uno de los actos masivos y espontáneos más grandes que viviera la ciudad en aquellos años.
El exoficial Plazas fue condenado a 40 años de cárcel por el secuestro y posterior asesinato en 1998 del empresario de origen judío Benjamin Koudhari.
Para Marisol Garzón, a Plazas no le queda otro camino que confesar. “El tiene una deuda con el país… y debe ayudar para que el asesinato de mi hermano no quede en la impunidad”.
Dijo que quisiera que su nombre nunca hubiera cobrado notoriedad a raíz de la muerte de su hermano. “Han sido 15 años de mucha tristeza, de mucho vacío… Sólo hemos vivido impunidad, pero mi mamá nos enseñó que hay un Dios y que Él es que el imparte justicia. En esa justicia es en la que nosotros creemos”.
En junio del 2011, la Fiscalía General acusó a José Miguel Narváez Martínez, exsubdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) o un cuerpo de la policía secreta ya desaparecido, como presunto autor intelectual del homicidio.
Al mes siguiente, en julio de 2011, la familia Garzón presentó una demanda contra el Estado colombiano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos “por la participación de funcionarios públicos en el homicidio y por la incapacidad de la justicia nacional para perseguir y sancionar a todos los responsables en un periodo de tiempo razonable. Solicitud que se encuentra en trámite ante dicho organismo”, ha dicho la Fundación para la Libertad de Prensa.
Narváez, quien está detenido desde agosto de 2009 por otros cargos, ha negado –como señala la Fiscalía– que hubiera influido o instigado al entonces cabecilla del paramilitarismo Carlos Castaño para la comisión del asesinato por considerar a Garzón un simpatizante de sus archienemigos de la guerrilla.
Castaño, quien fue asesinado por sus subalternos en abril de 2004, había sido condenado a 38 años de cárcel por el crimen de Garzón.Aún no se decide el caso en contra de Narváez por el asesinato de Garzón.