Israel decidió movilizar este jueves a 16,000 reservistas más y continuó bombardeando la Franja de Gaza, que el miércoles vivió una de las jornadas más mortíferas desde el inicio de la ofensiva israelí contra el movimiento islamista Hamas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó este jueves que el ejército seguirá destruyendo los túneles en la Franja de Gaza destinados a perpetrar ataques contra Israel “con o sin alto el fuego”. “Estamos determinados a llegar hasta el final de esta misión con o sin alto el fuego. No aceptaremos, por lo tanto, ninguna propuesta que no permita al ejército acabar su trabajo”, declaró Netanyahu al inicio de un consejo de ministros en Tel Aviv.
La movilización de los reservistas es consecutiva a la intensificación de la ofensiva en la jornada del miércoles, durante la cual los tanques apoyados por la aviación prosiguieron su avance hacia el centro del minúsculo territorio de 362 km2 .
“El ejército lanzó 16,000 órdenes de movilización suplementarias con el fin de permitir dar refresco a las tropas que se encuentran en el terreno, lo que lleva el total de efectivos de reservistas a 86.000”, indicó el portavoz militar Moty Almoz.
Al mismo tiempo, el ejército israelí anunció que Estados Unidos va a reaprovisionarlo en municiones para poder proseguir sus operaciones en el enclave palestino.
Los bombardeos israelíes en las primeras horas de la mañana de este jueves causaron la muerte de siete personas, por lo cual del lado palestino, el balance del conflicto, que entró en su 24º día, es de 1.374 muertos y 7.700 heridos. La gran mayoría de las víctimas mortales son civiles y entre ellos figuran más de 245 niños, según los servicios de emergencia palestinos y la UNICEF.
Por su parte, Israel ha sufrido la muerte de 56 soldados y tres civiles.
Este jueves, tres hombres murieron bajo las bombas en Deir Al Balah, en el centro del territorio controlado por el movimiento islamista Hamas, indicó Ashraf Al Qudra, portavoz de los servicios de emergencia.
Otro palestino murió en Rafah y tres más en Jan Yunes, ambas localidades ubicadas en el sur del enclave.
El miércoles, murieron 120 personas, en la que fue una de las jornadas más sangrientas del conflicto, que comenzó el 8 de julio pasado. Dos obuses disparados por un tanque mataron a 16 palestinos que estaban en una escuela de la ONU del campo de refugiados de Jabaliya, en el norte.
Un obús en un mercado de Chajaya, a las afueras de Gaza, acabó con la vida de al menos 15 personas y más de 150 resultaron heridas. Israel bombardeó el mercado a pesar de que poco antes había decretado una tregua humanitaria unilateral de cuatro horas.
La matanza en la escuela de la ONU fue duramente criticada por las Naciones Unidas y condenada por Estados Unidos y Francia.
Este jueves, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, condenó los ataques israelíes contra casas, escuelas, hospitales y centros de la ONU en la Franja Gaza y acusó a Israel de desafiar deliberadamente el derecho internacional. “Ninguno de ellos parece accidental, sino un acto de desafío deliberado de sus obligaciones derivadas del derecho internacional”, dijo Pillay en una rueda de prensa en Ginebra.
Este jueves, “quince palestinos resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, en una escuela del campo de Jabaliya de la UNRWA (Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos)”, señaló Ashraf Al Qudra.
La situación humanitaria en la Franja de Gaza es dramática, señaló el responsable de la UNRWA, Pierre Krähenbühl. Unos “220,000 refugiados en 85 centros en Gaza es insostenible”, declaró Krahenbuhl, que agregó que temía la aparición de epidemias.
El balance humano de la operación 'Barrera protectora' se acerca aceleradamente al de la operación 'Plomo fundido' (2008-2009), el más mortífero de los cuatro conflictos entre Israel y Hamas, que fue de 1,440 muertos.
Las iniciativas diplomáticas en busca de un alto el fuego debían proseguir este jueves en El Cairo, donde se espera a una delegación conjunta de los principales movimientos palestinos.
Por su parte, el comandante en jefe de la Fuerza Al Qods iraní, una división de élite de los Guardianes de la Revolución, se pronunció contra el desarme de los combatientes palestinos. “El movimiento de resistencia palestino transformará en infierno la tierra y el cielo” de Israel, dijo el general Qassem Suleimani. “El desarme de la resistencia palestina es una quimera”, agregó, según la agencia oficial IRNA.
