Gloria Picón y Tania Sirias
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Hace más de una semana el presidente del PLI, Eduardo Montealegre, hizo una solicitud de audiencia a la directora de facto de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera, para hablar sobre la persecución, pero hasta ahora Granera no ha dado respuesta.
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Ante las desapariciones de líderes del Partido Liberal Independiente (PLI) en Ciudad Darío, San Ramón y San Isidro (municipios de Matagalpa), las autoridades del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de ese partido, continúan denunciando los atropellos que también se registran en Totogalpa y San Lucas, a raíz de que miembros del grupo armado FDN-380 realizaron pintas en un bus de la ruta Ocotal-Managua el 17 de julio y la masacre en contra de partidarios del Frente Sandinista el 19 de julio.
Luis Callejas, vicepresidente del CEN del PLI, cuestionó el hecho de que los desaparecidos fueron sacados de sus casas durante la madruga por “grupos desconocidos”, ya que ni la Policía, ni el Ejército dan razón de ellos a sus familiares, quienes han buscado información a nivel municipal, departamental y nacional.
“¿Nos estamos enfrentando a escuadrones? ¿Dónde están los desaparecidos? ¿Dónde está Zacarías Cano, Ricardo Cortés, Óliver Meza, Rosendo Huerta? ¿Por qué no dan a conocer esta situación?”, se preguntó Callejas.
El directivo del PLI manifestó que han rechazado y condenado los hechos del 19 de julio que dejaron cinco nicaragüenses asesinados, “pero eso no da autorización, ni a la Policía, ni al Ejército de perseguir y violentar los derechos humanos y constitucionales de los nicaragüenses y desaparecer personas”.
LOS QUE SE LLEVÓ LA POLICÍA Y EL EJÉRCITO
En Ciudad Darío también están desaparecidos Eddy Gutiérrez y Jairo Alberto Obando Delgadillo a quienes miembros de la Policía, el Ejército y encapuchados de civil sacaron de sus casas amparados por la noche. Hasta ahora tampoco hay noticias de Wilfredo Balmaceda a quien le allanaron la casa, pero este no se encontraba y de Leonel Poveda, quien tampoco estaba en su casa a la hora de los allanamientos.
El diputado del PLI, Armando Herrera, manifestó que en San Lucas, municipio de Madriz, grupos enmascarados, aparentemente militares, salen al caer la tarde y preguntan a pobladores: “¿de qué partido son?” y ante el silencio de los ciudadanos por el temor, les dicen que “es para darles un balazo a los que son del PLI”.
EFECTOS DE LAS REFORMAS LEGISLATIVAS
Para el mayor en retiro, Roberto Samcam, las acciones de represión que ha realizado el Ejército de Nicaragua es el resultado de las reformas al Código de organización Militar, donde la doctrina de seguridad nacional, convierte a todo ciudadano en sospechoso si no se demuestra lo contrario.
Samcam lamentó que las fuerzas castrenses se estén convirtiendo en “los custodios ideológicos del Frente Sandinista”.
“Ya estamos viendo las consecuencias de esta reforma al Código Militar, donde se está viendo represión ciega, uso de chivatos, personas encapuchadas que no se sabe quiénes son y llegan a sacar a la gente de noche o en la madrugada sin orden de captura”, dijo Samcam.
El mayor en retiro indicó que no se sabe si esos encapuchados son de inteligencia de la Policía o del Ejército, si son civiles, miembros de la Seguridad del Estado, por lo que esto es parte de la doctrina de seguridad nacional.
RECUERDO DE REGÍMENES OPRESORES
El general Hugo Torres lamentó que estamos ante un hecho grave, pues con la reforma del Código Militar, el Ejército se ha convertido en “la marioneta de los designios de la pareja presidencial” y “estos allanamientos y desapariciones solo recuerdan a regímenes opresores del cono sur y de la dictadura somocista”.
Óscar Sobalvarro, miembro del PLI y exmiembro de la Resistencia Nicaragüense, responsabilizó a las autoridades policiales y del Ejército, ya que tanto en la masacre del 19 de julio, como en el asesinato de Carlos García (exmiembro de la Resistencia Nicaragüense), la Policía presentó casquillos de armas de guerra que son portadas por la Policía y el Ejército. “Si algo está pasando es responsabilidad de las instituciones que tienen las armas que fueron utilizadas”.
Sobalvarro agregó que tienen información de que el asesinato de García fue realizado por “elementos militares uniformados, con fusiles de guerra; si esas armas estaban ahí para asesinar, la responsabilidad es de quien tiene las armas. Cosas como esta son las que dieron origen a la lucha armada en los ochenta y todos saben las consecuencias en este tipo de cosas”, advirtió Sobalvarro.
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