Auxiliadora Martínez y EFE
El Gobierno de Nicaragua recomendó criar iguanas para enfrentar la escasez de alimentos que podría generar una sequía prolongada, a pesar de que hay veda de la especie entre enero y abril. Mientras tanto, en comunidades de San Lorenzo, Boaco, la situación es difícil por la pérdida total de los cultivos.
“Se recomienda que se críen iguanas, en vez de cazarlas en los bosques”, dijo el especialista en manejo de suelos del Gobierno, Guillermo Membreño, a través de medios del Gobierno.
Nicaragua vive actualmente su peor sequía en 32 años, según el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).
Membreño dijo que la carne de iguana tiene un 24 por ciento de proteínas, superior al 18 por ciento de la carne de gallina.
Aunque la caza de iguanas está prohibida por ley entre el 1 de enero y el 30 de abril y su comercialización es considerada un delito, esto no aplica para los iguanarios, recordó el experto, que hasta pueden exportar aunque con restricciones.
Membreño explicó que con diez ejemplares se puede montar un iguanario, una actividad que, además de alimentos, ofrece dinero en efectivo si las iguanas son vendidas por su carne, su piel o como mascotas.
El especialista del Gobierno también recomendó sembrar marango, un árbol que crece con poca agua y tiene hojas que pueden convertirse en alimentos, con altos niveles de nutrientes.
Mientras este funcionario recomienda la crianza de iguanas, en los departamentos del país los productores y comunitarios demandan asistencia urgente del Gobierno, pues el hambre ha comenzado a campear en esas zonas.
El directivo municipal de UNAG, Álvaro Romero, denunció que con la crisis por la sequía, se han visto a comerciantes en la Rinconada, que se aprovechan de la situación para especular con los llamados frijoles solidarios.
Asegura que mandan a la gente (a la cual le pagan 10 pesos) para que hagan fila y compren frijol, luego lo comerciantes lo revenden a 2,500 córdobas el quintal y a 25 córdobas la libra —cuando la libra cuesta 15 córdobas— lo que se ha convertido en un negocio redondo.
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“LA SEQUÍA NOS FRACASÓ”
Pequeños productores de granos básicos, de las Pilas, El Carbonal, Laguna de San Francisco, La Jarquina, Monte Fresco, El Cacao, Las Pilas, Laguna de San Onofre, El Aguacate y Las Casitas, del municipio de San Lorenzo, en Boaco, están pasando serias dificultades porque las pérdidas fueron totales en la siembra de primera.
Un plan emergente para enfrentar las pérdidas ocasionadas por la sequía demandaron pequeños agricultores de varias comunidades del municipio de San Lorenzo, uno de los más golpeados.
“Queremos que el Gobierno nos apoye con semillas de frijol y maíz e insumos para volver a sembrar, perdimos todo porque no hubo invierno, es una rifa la que hacemos, el señor no nos echó la bendición (lluvia) y perdimos. No tenemos recursos porque no hay trabajo, vivimos de las cosechas y no hay nada”, dijo acongojado Zeledonio Peña.
En El Carbonal, donde habitan unas ochocientas personas, la mayoría de agricultores siembran en tierras alquiladas, por lo que las pérdidas fueron mayores. “Aquí estamos sufriendo todos parejos, porque la sequía nos fracasó, los cultivos nacieron; trigo, maíz y frijoles, pero se secaron y ahora estamos con pérdidas”, se quejó don Saturnino Peña.
Álvaro Romero Lira, presidente municipal de la UNAG, en San Lorenzo, explicó que las 125 manzanas de frijol negro que los socios de la cooperativa La Fortaleza sembraron —a los que se les entregó paquetes tecnológicos, insumos y semillas— les dejó una deuda de unos 250 mil córdobas, con una empresa agropecuaria a la cual le deben pagar, sin embargo, ante las pérdidas totales esperan se les otorgue una prórroga y demandan el apoyo del Gobierno, en insumos y semilla, para la siembra de postrera, con la esperanza que llueva. De igual manera, todo el frijol rojo que estos mismos productores sembraron también se les perdió, se estiman unas 250 manzanas.
Romero destacó que el 99 por ciento de los productores del municipio sembraron frijoles, pero las pérdidas de la siembra fueron totales, no hay posibilidades que se levante cosecha.
Bayardo Reyes, de la Laguna de San Francisco y socio de la cooperativa La Fortaleza, rogó para que la empresa con la cual están endeudados comprenda que “todos estamos pasando por esto y tomen en cuenta que ahorita no podemos pagar por la (falta de) lluvia, sembré una manzana de frijoles y tres de trigo y todo se fue en vicio (no hubo producción) por la sequía”, expresó con preocupación.
Además de las pérdidas en los cultivos, las familias de las comunidades como Laguna de San Francisco, El Aguacate, La Jarquina y Monte Fresco, están padeciendo desabastecimiento de agua y para conseguirla deben caminar largas distancias y en algunos casos donde hay pozos, los pobladores deben esperar a que se recupere.
El directivo municipal de la UNAG, Álvaro Romero, criticó la falta de beligerancia de las autoridades municipales “ante el futuro incierto de los productores que resultaron afectados por la sequía”.
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