El festival de cine y artes audiovisuales Ícaro se ha vuelto un punto de referencia en la región centroamericana y del Caribe, tanto para aficionados de estas artes como para artistas experimentados, ya que se abre a diferentes categorías, ahora realizadas gracias a las nuevas tecnologías por aspirantes a cineastas, tengan o no suficientes conocimientos y experiencia cinematográficas.
Todas estas obras participantes, las profesionales y las de aprendices, tienen sus términos de calidad ajustados a los estándares de sus categorías y el Ícaro cumple con su misión de incentivar la promoción de las artes audiovisuales, premiarlas, llevarlas hasta un público masivo desde diferentes foros con sus múltiples exhibiciones gratuitas, y sobre todo incentivar a la creación.
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Princesas rojas es una coproducción entre Costa Rica, Francia y Venezuela, que ha merecido la buena crítica y comentarios de la prensa costarricense e internacional. Con este filme mañana 20 de agosto estrena su gala el Ícaro 2014. Buena suerte y larga vida al cine latinoamericano!
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Pues no debemos olvidar que hay algunos de los participantes que crean sus obras exclusivamente pensando en concursar en este certamen, como hay también escritores que preparan libros de poesías o de cuentos para un concurso en específico, soñando ganar el premio del primer lugar.
La experimentación, el error y la competencia no son malos sino sanos y justos para la inclusión de artistas y de aspirantes amateur del audiovisual y para el desarrollo de nuestro cine latinoamericano.
LAURA ASTORGA
Este año entre las películas de la categoría profesional de largometrajes de ficción se exhibirá Princesas rojas , de la cineasta costarricense Laura Astorga y protagonizada por los actores y actrices costarricenses Fernando Bolaños, María José Callejas, Valeria Conejo, Ana Dinarte, Ivette Guier y María Martha López.
Semejante al cortometraje de María José Álvarez y Martha Clarissa Hernández Blanco organdí (Nicaragua, 1999) unas niñas visualizan desde sus propias perspectivas la encendida época de los años ochenta en Centroamérica, de guerras que por distintas razones se desarrollaban; pobreza, que siempre la hemos padecido como región, y una infancia soñadora que despierta a la realidad de diferentes formas y cada una es una experiencia personal (esto inherente al ser humano).
Las pasiones en Princesas rojas están muy bien desarrolladas en un guión trabajado al estilo literario y mezclado con recursos verdaderamente cinematográficos que la hacen merecedora de un público entusiasta, cientos de fans y varios premios, entre ellos el de Mejor Ópera Prima en el Festival de Cine Latino de Los Ángeles en el año 2013 y Mejor Ópera Prima del Festival de Cine Latinoamericano y Caribeño de Margarita también en 2013.
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