Lucía Navas
La incautación de la mercancía que importó el empresario Luciano García es apenas una de las irregularidades que enfrenta el sector comercio por parte de la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA), que hace elevar la voz del sector empresarial contra esa institución.
Desde retener los productos pese a estar autorizados por el mismo sistema de despacho para ser liberado, subvaloración de la mercancía con el fin de hacer pagar más impuestos al importador, no acatar las resoluciones del mismo Poder Judicial, son parte del listado de quejas contra las autoridades de Aduanas. Las afectaciones las sufren sin distinción comerciantes, pequeños y medianos empresarios y grandes compañías.
El entorpecimiento al comercio nacional de parte de la DGA, fue documentado por la Cámara de Agentes Aduaneros y Almacenadores de Nicaragua (Cadaen), la cual además ya presentó al Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), el listado de 12 empresas con resoluciones que el Tribunal Aduanero y Tributario Administrativo (TATA) y la Corte Suprema de Justicia (CSJ), emitieron a favor de las mismas, pero que el titular de la DGA, Eddy Medrano simplemente no cumple, confirmó LA PRENSA.
Medrano no respondió ayer a las llamadas realizadas por este Diario.
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Ayer la Inspectoría Aduanera de Managua no terminó el conteo de las piezas de ropa de los 23 bultos que están en el almacén de depósito de Alminsa. Se supone que con este procedimiento deberían entregarle sus productos, al haber ya recontado las piezas de los 27 bultos restantes.
García espera que no hayan “más arbitrariedades y me dejen llevar de una vez lo que es mío y por lo que pagué”, reclamó.
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SUBVALORACIONES INCREMENTAN
Efrén Mogollón, directivo de Cadaen, afirmó que hay “gran preocupación” en este momento por “la gran cantidad de mercancía retenida en los puestos aduaneros sometidos a dudas de valor”, pese a que muchas fueron avaladas por el mismo sistema de despacho cuando empezó la nacionalización.
Explica que las dudas de valor es una práctica común del personal aduanero para revalorizar la carga importada y así elevar el pago de impuestos del importador.
El otro problema que se agrava es que la DGA no devuelve las garantías que dejan las empresas cuando les urge liberar la mercancía retenida por dudas de valor, para ponerla en venta en el comercio local o bien para uso de los sistemas de producción de las industrias.
Cadaen explica que el monto económico de la garantía es impuesto por Aduana, pero suele promediar los 10,000 dólares. Pero cuando la agencia aduanera de la empresa cumple los procedimientos y se le da liberación de la mercancía, debe recurrir ante el TATA y en última instancia a la CSJ para que la DGA devuelva la garantía.
“La descapitalización es fuerte para las empresas”, dice Mogollón.
Cadaen también reporta que las últimas semanas se ha agravado el secuestro de mercancías por la Inspectoría Aduanera, sin entregar a la empresa y su gestor las actas precautorias y sin respetar que hayan sido reconocidos los trámites conforme ley por los puestos de despacho.
DAÑO ECONÓMICO
Una de las compañías que espera que la DGA cumpla las resoluciones del TATA y la CSJ es Café Soluble. Su director de Operaciones, José Joaquín Quadra, explicó que son cuarenta casos de reclamos ganados a la Aduana, y otros cuarenta que están en procesos administrativos.
“Tenemos varias resoluciones del TATA a nuestro favor y ahí quedaron (en Aduana), no se pronuncian y no nos regresan el dinero y son de una serie de casos desde 5,000 córdobas, hasta 80,000 y 100,000 córdobas” que les debe devolver la DGA, afirmó Quadra.
Detalló que unos cuarenta reclamos fueron sometidos ante el TATA y la CSJ que desde el 2012 fueron resueltos a favor de Café Soluble, por los cuales la DGA debe devolverle alrededor de 1.5 millones de córdobas.
“Y ahí ha quedado en el olvido”, dijo Quadra. “Y así como estos tenemos otra serie de casos recientes que pueden ser otros cuarenta reclamos que hemos sometido a ciertas instancias y posiblemente representan igual arriba del millón de córdobas”.
“Afecta nuestras finanzas porque es un monto de dinero que está ahí pendiente” de devolverse, reclama Quadra.
La compañía acudió al TATA y a la CSJ contra las dudas de valor de mercancía importada de parte de la DGA, y porque le devuelva los impuestos pagados por adelantado por mercancía importada desde Estados Unidos, bajo el Tratado de Libre Comercio (Cafta) existente con Nicaragua que exonera de tributos.
Quadra asegura que han insistido ante Medrano “mandando notificaciones de recordatorio de las resoluciones a nuestro favor, que tenemos casos pendientes y simplemente no hay respuesta”. El funcionario de Café Soluble espera que Cadaen y el Cosep logren que desde la Presidencia de la República se haga cumplir al director de la DGA con las resoluciones.
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