Génesis Hernández Núñez
En 2010 CHN anunció que tenía atrasos, pues la Intendencia de la Propiedad no había determinado el estado legal de 50 kilómetros de tierras.
En 2011 Marcelo Conde, presidente de CHN, dijo que la construcción iniciaría en el 2013.
En el año 2013, en agosto, luego se pospuso para septiembre, después para octubre.
En 2014, el 22 marzo, se firmó un acuerdo redefiniendo las reglas para la construcción y se dijo que esta iniciaría en “tres o cuatro meses”.
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Aunque de momento se tiene previsto otorgar 280 millones de dólares, la gerente país del BCIE, Edda Meléndez, aclaró que dicha cifra todavía no es oficial, ya que el monto final que se apruebe dependerá de la solicitud oficial y los estudios que presente la empresa y de los análisis que con base en estos realice la institución.
Meléndez reconoció que el monto del cofinanciamiento ha variado “en la medida en que han avanzado las negociaciones”.
Al inicio se habló de doscientos millones de dólares, pero en la medida en que se conocieron las condiciones y la magnitud de la obra la cifra creció a 250 millones de dólares y luego a 280 millones.
El interés de financiar el proyecto radica en que además de ser estratégico para Nicaragua por el cambio que provocará en el cambio de la matriz energética, coincide con las áreas de focalización y estrategias del banco.
Además del BCIE el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil tendrá, según Meléndez, una participación importante en la obra. Los desembolsos se realizarán en un lapso de 5 a 15 años de plazo con un período de gracia que dependerá del tiempo que dure la construcción.
(LUCYDALIA BACA CASTELLÓN)
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La construcción de la central hidroeléctrica Tumarín ha estado prevista para empezar en ocho ocasiones y en ninguna de ellas ha empezado; sin embargo este viernes 22 de agosto, el presidente inconstitucional Daniel Ortega planteó una fecha más: primer trimestre de 2015; aunque quedó la misma duda de las veces anteriores: el precio de la tarifa de generación de energía.
Ante el hecho de que no se haya aclarado este precio, Mario Arana, expresidente del Banco Central, dijo que “es importante dar la señal de qué es lo que puede significar esto en términos de la congelación de tarifas para el sector, para las decisiones de inversión, especialmente, pues ha habido mucha preocupación del sector privado de que los precios de la energía en Nicaragua son relativamente altos y ciertamente hay una necesidad en el país de intentar una tarifa más competitiva”.
AHORA SE AGREGA BOBOKE
Pero además en esta ocasión Tumarín se anunció con un “compañero”: el proyecto hidroeléctrico Boboke que, según el perfil realizado por el Ministerio de Energía y Minas (MEM), estaría ubicado “en el Río Tuma, aproximadamente 23 kilómetros al este del poblado de Mulukukú y 3.1 kilómetros al noreste del poblado San Andrés, en la correntada Wilike”.
Boboke, según una fuente ligada al sector energético que pidió se omitiera su nombre, ya había sido estudiada por el Gobierno y la idea sería que esta y Tumarín fueran dos presas, una más arriba, la otra más abajo, pero movidas por el mismo caudal para aprovecharlo dos veces y así “diluir” los costos entre más generación.
La fuente explicó que probablemente, la justificación de otorgar otra concesión, además de Tumarín, sea lograr una tarifa de energía más baja, “porque finalmente trabó y trabó la negociación el problema del costo y el Gobierno forcejeó hasta donde pudo y como producto de esa negociación y de idas y venidas al final descubrieron que una manera de lograr una racionalidad era juntando estos dos proyectos y diluyendo los costos”.
“QUISIÉRAMOS QUE TODO ESTUVIERA AL DÍA SIGUIENTE”
Durante su intervención el presidente inconstitucional Daniel Ortega expresó que estos “son proyectos tan complejos que solo en su proceso de planificación, de lo que son los estudios, todo eso lleva tiempo. Quisiéramos que todo estuviera al día siguiente y luego hay que ajustar datos, la tarifa”.
Ortega también agregó que aunque en la medida que ha pasado el tiempo “ha cobrado más fuerza el criterio de los escépticos y de los maldosos de que esto es un sueño más, una locura más y que no hay nada del tal proyecto Tumarín”. Ya se han dado pasos y se han hecho estudios y hay “un proceso de negociación con los pobladores de la zona” porque no se ha logrado concretar la compra de las propiedades, pero que eso no se logra concretar “mientras no terminamos de finiquitar aquí todos los acuerdos porque si no lo bancos no pueden dar los recursos”.
Los productores y pobladores de Apawás tienen 7 años esperando las indemnizaciones por sus propiedades y además demandaron a Centrales de Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN), concesionaria de Tumarín, por 20 millones de dólares por incumplimiento de contrato y daños y perjuicios.
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