Yohany López
Unas 80 familias en la zona de Las Segovias y el sur del departamento de Carazo han garantizado sus alimentos básicos como: cebolla, chiltoma, tomate y algunas especias mediante la instalación de huertos familiares que aportan a la seguridad alimentaria en el campo.
El rábano dura 15 días, mientras que el tomate cuatro meses. Vera asegura que el campesino ha ido mejorando poco a poco y prestándole más interés a los huertos familiares.
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Según María Auxiliadora Briones, gerente general de la Fundación para el Desarrollo Tecnológico, Agropecuario y Forestal de Nicaragua (Funica), promueven desde hace varios años este mecanismo de seguridad alimentaria como una alternativa en el área rural donde los campesino carecen de tierras.
Según Briones, estos huertos fácilmente pueden instalarse en los patios o espacios reducidos y contar con hierbas, plantas medicinales, frutas y vegetales. En la experiencia de Funica, el municipio El Tisey, en Estelí, es uno de los ejemplos resonantes.
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