El Atlético de Madrid consiguió ayer su segunda Supercopa de España, el quinto título de la era Simeone, con un triunfo potente, transformado por el croata Mario Mandzukic a los 80 segundos, contra un Real Madrid intermitente y aún lejos de su mejor versión, más allá de momentos individuales en el primer acto.
Nunca se sintió ganador el conjunto blanco, ni siquiera en el tramo de veinte minutos del primer tiempo en el que contó sus mejores ocasiones y casi también las únicas a su favor, de un partido que casi siempre se movió en el terreno que quiso el Atlético, desde que marcó el 1-0, desde que encarriló un trofeo que ya le pertenece.
El Real Madrid no pudo conseguir el doblete de Supercopas y tampoco ya no podrá hacer pleno en los seis títulos de esta temporada.
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Porque la puesta en escena del Atlético fue poderosa. Al estilo de aquel duelo de cuartos de Liga de Campeones del pasado curso ante el Barcelona, salió con una fuerza y una ambición ingobernables, sin fiarse de la validez del 0-0 por la facilidad goleadora de su rival, sin mirar hacia atrás en los primeros segundos. Solo hacia adelante.
En 50 segundos, con sensación de agobio para el Real Madrid, merodeó el área con un córner y un par de rechaces. Medio minuto después ya había marcado en la inmejorable presentación en casa de su nueva pareja de ataque, Mandzukic-Griezmann, conectados para poner en ventaja al Atlético en solo 80 segundos de encuentro.
El delantero croata se lleva todo por arriba. En ataque y en defensa. En el 1-0 demostró su poder aéreo para ganar por arriba a Varane, por Pepe en el once madridista, pero también su eficaz remate con el pie, con un tiro raso imparable desde el borde del área, previo servicio de Griezmann, quien superó por alto a Ramos a pesar de la evidente diferencia de altura entre atacante y defensa.
El Atlético ya tenía lo que quería: el gol. El Real Madrid asumió de inmediato el golpe. Se repuso al mismo tiempo que el equipo rojiblanco replegó líneas, a la espera del contragolpe, agarrado a esa seguridad atrás que tantos éxitos le ha dado y a la expectativa de los ataques de los blancos, sin Cristiano Ronaldo de inicio.
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