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Génesis Hernández y Lucía Navas
Luego de que LA PRENSA investigó que los “árboles de la vida”, como los llama la primera dama Rosario Murillo o “arbolatas” como les llaman popularmente, no tienen bujías ahorrativas LED, se consultó a expertos en energía cuántas casas se podrían abastecer con la potencia de cada una de estas estructuras y el resultado fue 100 viviendas.
BAPLI: ES “ABERRACIÓN” ESE GASTO
Los diputados opositores calificaron de “aberración” que el Gobierno central y su bancada sandinista en la Asamblea Nacional aprueben un recorte al Ministerio de Educación (Mined) y al Ministerio de Salud (Minsa) por 107 millones de córdobas cada uno, mientras se permita que fondos públicos se usen para construir, instalar y cubrir el gasto de energía eléctrica de los árboles de lata en la capital, que como mínimo representan un gasto de 162 millones de córdobas anuales.
Pero las críticas no incomodan al legislador sandinista y presidente de la Comisión Económica del parlamento, Wálmaro Gutiérrez, quien asegura que el gasto de los árboles de lata no salen del Presupuesto General de la República, y mostró poco interés en saber de dónde se paga.
“Yo desconozco desde todo el punto cómo se financia ese gasto en concreto. Si estuviese en el Presupuesto General de la República yo podría dar alguna razón sobre este tema, pero al no haber un centavo del Presupuesto no puedo darle información”, afirmó Gutiérrez.
El legislador sandinista se contradijo en sus declaraciones porque primero habló de la importancia de que se concrete la hidroeléctrica Tumarín porque avanzará la transformación de la matriz energética y eso significará para Nicaragua una reducción de su factura petrolera.
“Y se nos liberan recursos para poder redirigirlos a la cartera social… entre menos gastás en combustibles para generar energía más recursos tenés para invertir en Salud, en Educación y generar más empleo”, afirmó Gutiérrez.
Sin embargo su discurso cambió cuando este diario le cuestionó sobre los árboles de la vida.
“A mí lo que me parece positivo es que seguimos avanzando en una senda de progreso y estabilidad económica”, respondió al tema.
¿Sus impuestos y los del resto de ciudadanos son bien usados al gastarlos en esos árboles de lata?, se le insistió.
“En general de los impuestos de los nicaragüenses han sido tan eficientemente usados que tenemos un crecimiento del veinte por ciento… No tengo ninguna opinión sobre los árboles de la vida. Eso no es un problema de agenda país, es problema de agenda de un medio de comunicación”, contestó Gutiérrez.
Pero sus colegas opositores Eliseo Núñez y Enrique Sáenz recordaron que si es la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (Enatrel) la que se encarga de ensamblar e instalar cada árbol de la vida, y el consumo de energía lo paga la Alcaldía de Managua, entonces hay un claro uso de los impuestos de los ciudadanos.
“La verdad es que aquí no se sabe dónde está la verdad y dónde la mentira con los argumentos que dan los voceros del Gobierno (…) En el caso de los arbolatas dicen que no usan fondos públicos, pero hay entidades públicas que intervienen. Entonces o son mentiras lo que alegan o hay una confesión pública de la confusión Estado-partido”, afirmó Sáenz,
El legislador opositor considera “una aberración que mientras se está dejando sin escuelas a varios chavalos” porque se recorta el Plan de Inversión Pública al Mined, “se está llenando de arbolatas y de rótulos” la capital.
Mientras su colega Núñez señaló que si el gasto no sale de fondos públicos “al menos la gente de Enatrel sabe de dónde se pagan esos árboles de lata, porque no creo que la gente de Enatrel ande haciendo ‘rojinegros’ instalándolos… saben de dónde les pagan”.
NO ES RECORTE, ES AJUSTE
Sobre el recorte a Salud y Educación, el diputado Gutiérrez alegó que son proyectos financiados por la cooperación externa, pero que tuvieron retrasos en sus procesos de licitación y al no dar tiempo de ejecutarlos se trasladan para el 2015.
Para Sáenz, este argumento evidencia de que “no hay capacidad del Ministerio de Educación ni el Ministerio de Salud de ejecutar los proyectos que se les asignan” y sobre eso debería estar preocupado el Gobierno central en resolver.
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