Leonor Álvarez
El presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas Reyes, va a otros países a “predicar” sobre la modernización del sistema de cedulación ciudadana, pero en Nicaragua esa modernización termina en las letrinas, opinó el presidente del organismo de observación electoral Hagamos Democracia, Róger Arteaga, quien tildó la actitud de Rivas como “candil de la calle, oscuridad de su casa”.
Pero en Nicaragua se vive otra realidad de cuestionamientos al sistema de cedulación.
Las 27 cédulas de identidad que se encontraron en el fondo de una letrina en desuso el jueves 21 de agosto, pertenecen a jóvenes que por primera vez habían solicitado ese documento y que en su mayoría son de familias con simpatía por el opositor Partido Liberal Independiente (PLI).
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Arteaga brindó esas declaraciones en el contexto de que el jueves 21 de agosto se encontraron en el municipio de Pantasma (Jinotega) 27 cédulas de identidad enterradas en una letrina, como una pieza de rompecabezas que encaja con las denuncias de falta de entrega de este documento, en un municipio donde el voto electoral reinante es el liberal opositor.
Hagamos Democracia es una de las organizaciones que ha denunciado la falta de entrega de cédulas, las irregularidades en los procesos electorales y ha pedido el cambio de los magistrados de esa institución.
El presidente de Hagamos Democracia considera que las cédulas encontradas en la letrina en Pantasma son la prueba de la ineficiencia del CSE o su “mala intención” en los “esfuerzos” por reducir el voto opositor.
Arteaga explicó que cualquiera que sea la razón es el reflejo de la “mala” ejecución del CSE en los procesos de cedulación, que mientras estén los mismo magistrados no va a cambiar.
Al diputado opositor Carlos Langrand la noticia no le extrañó, porque está claro de que el poder electoral “es el instrumento de represión a la voluntad de los ciudadanos de elegir. El Consejo Supremo Electoral es un operador político del orteguismo, cada una de las delegaciones del Consejo Supremo Electoral, en cada uno de los 153 municipios, trabajan coordinadamente para negarle a los nicaragüenses la posibilidad de expresarse de una manera diferente a la de la dictadura orteguista”, expresó el diputado opositor vía telefónica.
En ese sentido, Langrand manifestó que botar las cédulas es parte de los esfuerzos para evitar el voto de los opositores.
Azahálea Solís, miembro de la Unidad por la República —organización civil que exige el cambio de los magistrados del CSE—, manifestó que los documentos de identificación encontrados son la prueba de la falta de entrega de cédulas que diferentes organismos han venido denunciando y que el CSE niega.
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