Josué Bravo
Corresponsal / Costa Rica
Adolescentes y jóvenes nicaragüenses mayores de 15 años son los que tienen menor nivel de escolaridad en Costa Rica, según el estudio Migraciones y Desarrollo Humano en Costa Rica 2014.
Los datos del estudio reflejan que esta población nicaragüense tiene un índice de 7.49 años de escolaridad; debajo de los 8.94 registrado por los nacionales; 9.25 del resto de Centroamérica y 12.59 del resto del mundo viviendo en este país.
Para confirmar las estadísticas, la directora de Migración, Kathya Rodríguez, comparó la cobertura educativa de su país, calculada en 98%, como un parámetro de desarrollo humano que “no necesariamente es el mismo en el vecino país de Nicaragua”.
“De ahí que entonces, muchos de estos muchachos y muchachas en edad económicamente productiva, que además algunos de ellos forman parte del grupo de jefes y jefas de hogar, tienen educación en rango inferior a la que tienen la misma población en esas mismas edad pero de parte de nacionales costarricenses”, explicó.
El estudio también refleja que los jefes de familia nicaragüenses tienen bajos niveles educativos, al acumular 7.61 años de escolaridad; debajo de los 8.44 años de los ticos; 10.06 del resto de Centroamérica y 13.12 del resto del mundo.
En Costa Rica viven 5,746 niños menores de 10 años; 8,504 con edades de 10 a 14 años; 14,250 menores de 15 años y 25,792 de entre 15 y 19 años, según el estudio.
Datos del Censo Nacional del 2011 analizados por el Sociólogo Carlos Sandoval y el experto en estadísticas sobre población, Róger Bonilla, indican que la mayoría de nicaragüenses emigran hacia Costa Rica en edades comprendidas entre 20 y 40 años, lo que significa que Nicaragua sigue exportando mano de obra vital que puede utilizar para su desarrollo.
Sus datos cotejados revelaron que el 49 % de los nicaragüenses en Costa Rica (de más de 280 mil que aquí viven) tienen nivel de escolaridad primaria y el 35 % de secundaria. El 6.5 % universitario y el 9.5 % ninguno. “Emigran los que más tienen posibilidades o con algún grado académico”, indicó Sandoval.
Este año, por la incidencia de la Asociación Merienda y Zapatos, representada por Sandoval y con el acompañamiento del Servicio Jesuita para Migrantes; Costa Rica oficializó el otorgamiento de matrículas y posterior legalización a estudiantes menores de edad extranjeros que apliquen para una carrera técnica en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), derecho que este país les había negado, violando convenios internacionales a favor de la niñez y adolescencia.
En el mes de abril, los jerarcas del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y la Defensoría de los Habitantes (DHR), firmaron un protocolo de coordinación interinstitucional que permita la matrícula y posterior regularización migratoria de adolescentes inmigrantes.
Anterior a la firma de este convenio las personas menores de edad extranjeras que no estuvieran regularizadas, es decir que no contaran con una residencia legal, no podían acceder a los programas de formación que ofrece el INA en todo el país.
