14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

El cangrejo que habita alrededor de los humedales es el principal ingrediente de la sopa. LA PRENSA/ A. MORALES

Fiesta de libertad en Corn Island

Frente a esta playa tranquila, de aguas transparentes y tonos turquesas, que ahora se llama Picnic Center y es uno de los balnearios más encantadores de la isla, ancló el 27 de agosto de 1841 la embarcación del coronel Alexander Mcdonald, superintendente de Honduras del protectorado británico, quien vino a dar la noticia que marcó la historia de Corn Island, esta pequeña isla del Caribe nicaragüense.

 

 

Amalia Morales

Frente a esta playa tranquila, de aguas transparentes y tonos turquesas, que ahora se llama Picnic Center y es uno de los balnearios más encantadores de la isla, ancló el 27 de agosto de 1841 la embarcación del coronel Alexander Mcdonald, superintendente de Honduras del protectorado británico, quien vino a dar la noticia que marcó la historia de Corn Island, esta pequeña isla del Caribe nicaragüense.

Juntaron a los 98 esclavos que trabajaban la tierra en las principales plantaciones de algodón y plátano que había en la isla y que pertenecían a los amos ingleses de apellidos Campbell, Downs y Queen. Allí, en ese lugar paradisíaco donde ahora se bañan en bikini decenas de turistas, Mcdonald leyó el decreto de la reina Victoria anunciando la libertad de los esclavos.

Los 98 esclavos estallaron de júbilo. Tronaron los tambores. Todos corrieron a celebrar la noticia con lo que tenían a la mano: enormes cangrejos que se movían por humedales y matorrales. Los revolvieron con agua en una olla y le dieron cuerpo a la sopa de cangrejo con plátanos, quiquisque y banano. Para completar el festejo, fermentaron jengibre, con agua y limón, y se emborracharon con ginger beer .

Fue una liberación pacífica y festiva. Todavía, por ahí, en esos parajes de Picnic Center queda un viejo pozo, uno de los vestigios de las antiguas plantaciones.

Esa es más o menos la versión sobre la fiesta de emancipación de los esclavos que le transmitieron sus antepasados a Ella Jean Downs, enfermera aficionada a la historia. Es la misma que ella cuenta este miércoles 27, en el campo de South End, ante una multitud de isleños y visitantes, que se congregaron para celebrar otro año más de aquel acto histórico que aconteció hace 173 agostos y que se convirtió en la mayor celebración de la isla.

Downs, quien tiene otros sombreros cotidianamente como concejal municipal y brigadista de salud, explica que Quenn Hill perteneció a Gil Patrick Quinn. “Algunos dicen que fue un pirata”, dice Downs. Queen Hill es también conocida como La Loma, su nombre en español.

Donde estaban las plantaciones aparecieron poco a poco comunidades en las que florecieron los apellidos ingleses de los antiguos amos como Downs, Queen y Campbell.

En South End, donde hoy se celebra la fiesta con sopa de cangrejo, pero también con vigorón, prevalecen los Campbell, explica Downs, mientras que al otro lado, en North End, se multiplican los Downs.

Aunque la fisonomía de la isla ha cambiado mucho en los últimos años, todavía se encuentran algunas viviendas de madera construidas con estilo inglés.

En la actualidad, el mayor símbolo de celebración de la emancipación es la preparación de la sopa de cangrejo. Algunos, incluso creen que la fiesta se llama así: “Sopa de cangrejo”.

LA SOPA DE CANGREJO

En la casa de Arlene Hodgson, en Sally Peachie, ha habido un “corre corre” en el patio desde muy temprano.

Hodgson junto a varios familiares ha estado preparando la sopa de cangrejo que se va a repartir entre los invitados especiales durante la celebración de la fiesta en el campo de South End, donde está concentrada gran parte de la población caribeña que siguió el carnaval que recorrió parte de la isla.

“Todo el mundo quiere probar de esta sopa”, dice orgullosa Hodgson, quien queda tan extenuada por la elaboración de la sopa cada año que al final de la jornada siempre se dice que es la última vez que participa, pero luego, al año siguiente cuando pasa el carnaval, con sus comparsas, se vuelve a animar a preparar la sopa.

“Esto es mucho trabajo”, dice asoleada esta mujer de 52 años que es docente de la BICU (Bluefields Indian and Caribbean University), la única universidad que funciona en esta isla de nueve mil habitantes, dice que el trabajo de preparación de la sopa es arduo.

“Lo triste de estar aquí es que no puedo estar en la fiesta”, lamenta Hodgson y cuenta que los preparativos de la comilona comienzan días antes con la preparación de la chicha de jengibre.

Una de las características de esta celebración es que la sopa de cangrejo ese día no se vende, se regala. Es una comida colectiva. Los isleños explican que esa es una herencia de los antepasados.

[doap_box title=”Después de la esclavitud” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Once años después de la liberación llegó a la isla el reverendo Edward Kelly. Venía de Belice y era hijo de esclavos libres. Kelly fue fundamental en Corn Island, no solo porque llegó la primera iglesia, la Bautista, que todavía hoy prevalece, sino porque llevó la educación. “Era maestro y misionero”, dice Ella Jean Downs, quien no es historiadora, pero se ha documentado sobre la historia de su isla.

[/doap_box][doap_box title=”” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

  • 173 años después la mayor fiesta de Corn Island es la celebración de la emancipación de los esclavos. Había 98 en el momento en que fueron liberados. Eran trabajadores de plantaciones de algodón y plátano.

[/doap_box]

Durante muchos años, después que se abolió la esclavitud en la isla, los pobladores libres practicaron el trueque con lo que cultivaban y pescaban.

En los últimos años, a partir de varias olas migratorias que ha habido, esa tradición de compartir se ha perdido. Se intenta recuperar en esta época.

Previo a la celebración el comité organizador de la fiesta, presidido por la Alcaldía de Corn Island, se encarga de comprar los ingredientes para la comilona y los reparte entre las cocineras designadas por los coordinadores de los distintos barrios.

Luego, el 27, se junta toda la comida en el campo de South End, se instalan unos quioscos y se reparte entre todos los asistentes.

Además de la sopa de cangrejo, se reparte gallopinto (rice and been), la chicha de jengibre y el soda cake, un pan dulce que tiene el aspecto de una galleta integral.

HERVORES

El humo que sale debajo de las ollas donde se cuece la sopa enjuga en sudor el rostro de Hodgson, quien remueve la sopa con una cuchara de madera casi tan grande como un pequeño remo.

Alrededor de la sopa tiene varios ayudantes. Su esposo, Francisco Downs de vez en cuando abandona la motocicleta que está reparando, se acerca al fuego y remueve a los cangrejos muertos que nadan en las ollas como si estuvieran aún entre los humedales.

Entre los ayudantes está David Downs, cuñado de Arlene, quien está de visita después de 19 años de residir en Miami.

Otro que remueve el contenido de las ollas es Kelvin Smith, un moreno que tiene los brazos fibrosos de pescador.

EL REINADO Y EL BEISBOL

Este año ha coincidido con la celebración de Corn Island, la fiesta de la serie final del campeonato de beisbol.

La ciudad acogió a los equipos de la Costa Caribe y del Bóer, los mimados de la capital, y detrás de ellos hay una batería de periodistas y camarógrafos.

Algunos pobladores creen que la fiesta del beisbol ha opacado la fiesta grande de Corn Island, porque por ejemplo se trasladó la coronación de la reina de belleza para el viernes, que estaba programada para el jueves en el estadio de beisbol.

“Ha estado pobre la fiesta este año”, comenta Lilly Downs.

“La elección de la reina es un gran acontecimiento aquí”, dice otra pobladora.

Antes de decidir si finalmente se haría en el estadio, se especuló que el evento podría hacerse en el nuevo polideportivo que se inauguró esta semana, pero consideraron que podía resultar pequeño para el público que se aglomera en el evento de belleza.

En el estadio, donde caben unas 3,000 personas entre sentadas y de pie, se consideró el escenario más propicio para la fiesta de belleza.

Otros pobladores creen que la serie de beisbol vino a darle más colorido a la fiesta este año. Desde el martes, que se jugó en Corn Island, el estadio concentró a centenares de isleños. Era tanta la algarabía durante cada juego, que daba la impresión que el resto de la ciudad era un pueblo fantasma.

No solo había gente de Corn Island. Llegaron varias pangas desde Little Corn Island para apoyar al equipo caribeño que fue campeón el año pasado. Entre el público y por los camerinos de los jugadores paseó por primera vez la tortuga Carlib, un personaje que intenta crear conciencia sobre el tema de la basura y que fue la sensación entre niños y adultos. ¨¿Concede deseos?”, preguntó una niña a la tortuga en el campo de South End durante el carnaval del miércoles.

A pesar de los pitos, gritos, aplausos, tambores y el meneo de las caderas, y de Carlib, al final, el equipo caribeño perdió dos de los tres juegos celebrados en la isla. Este sábado volvieron a jugar a la capital.

EL TURISMO, LA APUESTA

En los últimos años, Corn Island se ha convertido en el principal destino turístico del Caribe. Decenas de turistas extranjeros aterrizan cada día en su pista que de noche no puede funcionar por falta de iluminación.

“Queremos ser un paraíso del turismo en el Caribe, sin descuidar nuestra cultura y nuestras raíces, queremos que vengan más turistas, mejorar las condiciones de infraestructura rescatando las formas de vida de nuestros pobladores”, dijo Cleveland Webster, alcalde de Corn Island al sitio web Noticias de Bluefields que dirigen los periodistas Jesús Salgado y Neyda Dixon.

Y cada vez, en la fiesta de la emancipación, es más notoria la presencia de turistas extranjeros.

Este año, en los hoteles han faltado habitaciones para satisfacer la demanda.

Normalmente la temporada alta de turistas, tanto a Corn Island como a Little Corn Island, arranca a mediados de noviembre y se extiende hasta enero y los primeros días de febrero.

“Sin embargo este año ha estado bastante bueno”, dice Carlos Archibold, propietario de un hotel en la islita.

Archibold explica que los turistas nacionales, en cambio, llegan en Semana Santa.

En estos días, además de los extranjeros, los foráneos vienen de ciudades aledañas como Bluefields, que está a 70 kilómetros.

Y más que fines turísticos vienen con fines económicos. Este año, por las calles desfilan comerciantes de ropa, estilistas, vendedores de algodón y golosinas a la fiesta isleña. Algunos se concentran en los alrededores del muelle, donde llegan embarcaciones que abastecen a la isla de víveres.

EL TOQUE FINAL

“Cada año tratamos de mejorar”, dice Hodgson de su sopa a la que está a punto de darle el toque final. La leche de coco es el ingrediente que se le echa por último. Explica que es para evitar que se forme una nata grasosa a su alrededor que le corte el sabor. En el Caribe la leche de coco se usa para cocinar casi todo.

Hodgson dice que otro secreto de la sopa es que los cangrejos tienen que ser de tierra, saben mejor. También le da más sabor la cola de chancho que lleva y algunos aderezos como el consomé de pollo Maggi.

Mientras explica esto deja caer en las ollas alrededor de dos litros de leche de coco que de inmediato Smith remueve con las cucharas de palo. A los pocos minutos la sopa, en la que nadan decenas de cangrejos, estará lista para servir.

Entre risas y sudor, Hodgson reconoce que la sopa original se ha ido transformando. Lo que no ha cambiado, dice, es el sentido, se hace para regalar y para celebrar el día aquel en que los esclavos fueron hombres libres.

Reportajes Corn Island Fiesta de libertad Picnic Center archivo

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. ernesto castillo
    Hace 10 años

    Muchas felicidades a nuestras hermanas y hermanos de Corn Island.

  2. Luis M. Gomez
    Hace 10 años

    Cual Libertad ? si segumos ESCLAVIZADOS, por una pareja de PSICÓPATAS… Y Colonizados por los Russos y los Cubanos.-

  3. Manny Somarriba
    Hace 10 años

    Esas parecen hollas de brujas en el suelo, estan cosinando los beberages

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí