Por Mónica García Peralta
Addis Esparta Díaz comenzó a dar clases como alumna ayudante en 1979, desde entonces se convirtió en maestra de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. En sus aulas analiza el mensaje visual y oral de las caricaturas, como experta en Semiótica.
En esta ocasión desmenuza el significado de los árboles de la vida, las gigantescas publicidades del Gobierno y los colores que predominan en ellos, que según su experiencia son los que tejen un “círculo de poder”.
Esparta Díaz también habla un poco sobre el divorcio que existe entre el uniforme de la Juventud Sandinista y el comportamiento de los jóvenes, al igual que la contradicción de colocar estructuras amarillas en las rotondas que ya tenían otros símbolos religiosos.
::: ¿Nicaragua proyecta alguna imagen al extranjero?
Hay cuestiones que podrían ser positivas y otras negativas. Lo positivo de Nicaragua es que se dice entre comillas que somos el país más seguro de Centroamérica. También proyectamos la imagen de que somos gente alegre, gente contenta, hasta en las encuestas ha salido, el nicaragüense aún en la desgracia sonríe y eso es bien importante. Esa es la imagen positiva que proyectamos.
::: ¿Qué es lo negativo?
Lo negativo a nivel internacional a lo mejor es la poca libertad de expresión. Algunos me dicen: “No profesora, sí hay libertad”, pero yo creo que necesitamos más libertad para opinar. Que se respeten por ejemplo las movilizaciones en Nicaragua. Cuando a alguien le dicen: no podés salir a las calles, porque las calles son de determinado partido, entonces uno se pregunta ¿por qué? Eso le da una mala imagen al país.
::: Eso es lo que hace el Gobierno al reprimir las movilizaciones, pero nunca dicen directamente en sus discursos que no puede haber protestas que no sean del Frente Sandinista. ¿Lo dicen en mensajes sutiles, cree usted?
No le podría decir que lo digan en mensajes sutiles, verdad. Este… Sí sé que hay personas que han sufrido, ciertos atropellos, algunos no lo verán, pero sale en las noticias.
::: En Managua abundan estructuras como los árboles de la vida. ¿Qué características tienen?
Hay varios íconos ahorita. Ese es el primero que nos encontramos en la Avenida Bolívar, el árbol de la vida. Si usted se fija ese árbol de la vida es enorme, altísimo. Es metálico, uno no diría: ¡qué tremendos árboles de la vida!, pero son de metal. Claramente hay una simbología oculta en eso. El término árbol de la vida tiene que ver mucho con la cábala. La cábala es propia de los judíos quienes creen que el mundo se debe regir por el mundo de la creación. Ese mundo de la creación incluiría los árboles de la vida. Pero debajo hay algo críptico, oculto y misterioso. Esos misterios podríamos reducirlos a un elemento que está en los árboles, si usted se fija que están formados por muchas volutas, que es esa parte como enrolladita. Y esas volutas tienen un centro y ese centro también podríamos decir que desde el punto de vista de la simbología es el ojo de Orus. Eso nos somete a otro tipo de lectura, porque Orus es el ojo que todo lo ve, el ojo del misterio. Eso mismo digamos también se refleja en el color, que es el amarillo, un amarillo fuerte, ese color es dinámico pero también alegre, vistoso. Es un color excéntrico. Se nota entonces que existe cierta profundidad del cromatismo de lo que se quiere significar a través de ese color.
::: ¿Qué es el ojo de Orus?
Es lo que se conoce como lo equilibrante. Es el ojo que equilibra el poder. O bien el ojo del equilibrio del poder. Por sí solo ese ojo de Orus, tiene una voluta también, igual a la del árbol de la vida. Puede ser también que tenga una connotación mágica que nosotros no lo vemos, y deberíamos analizar ese ojo de Orus ahí. Lo que tratan de reflejar esos árboles de la vida, es una estabilidad estatal, o sea una estabilidad al Estado.
::: Antes lo que había eran árboles de Navidad, ¿cómo valora usted ese cambio hacia el árbol de la vida?
Es que eso era una Navidad eterna, primero. Pienso que resultó para ellos mejor tener este tipo de árboles porque les da como más fortaleza, recuerde en la rotonda de Hugo Chávez, colocaron una especie de pequeños arbustos de cipreses, que se siembran en cementerios que están asociados al luto y al dolor. Yo lo dije en otra entrevista, los cipreses lloran, estos arbolitos que rodean a la figura de Hugo Chávez con un sentido de luto de la muerte del líder. Todo lo que está en esa avenida nos lleva al misterio. Los árboles de la vida, en contraposición a lo oculto a la muerte. Esa avenida dice: “No queremos morir”, es permanecer para siempre a través del tiempo, a través del futuro. Es unión del pasado, presente y futuro, por la eternidad.
::: Ese cree usted que es el significado de los árboles: no querer dejar el poder nunca…
Creció en una familia de 10 hermanos, todos profesionales a pesar de las condiciones precarias que padeció su familia originaria de Somoto, Madriz.
Primero quería ser médico pero luego se decidió por las letras. Estudió Licenciatura en Español en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Es maestra y siempre tuvo esa vocación, incluso de pequeña jugaba a la escuelita imaginando que unas piedras eran alumnos.
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Es que eso sintetiza la permanencia en el poder. Y solamente se puede lograr a través de todo ese sistema críptico y oculto. Los árboles de la vida están construidos por diez emanaciones. O sea emanan diez elementos. Por decirle algo la justicia, belleza, la victoria de la vida sobre la muerte, la eternidad del ser. El fundamento, el reino, que sería en este caso lo mesiánico. Y algo más, tienen sentido de misericordia, de la inteligencia de la sabiduría, tienen muchas connotaciones. Claramente puede ser que ellos quieran reflejar todo esto, pero en el fondo yo creo que podríamos aislar y decir cuál es realmente la connotación de los árboles de la vida, yo los clasificaría en cuatro: La eternidad del ser, como permanencia en el poder, el fundamento, el reino mesiánico, y la victoria de la vida sobre la muerte.
::: Hay sitios donde los árboles están al lado de símbolos religiosos ¿qué relación encuentra usted?
Yo diría que hay un divorcio entre los dos. Porque por un lado está la creencia del católico, que son muy marianos, hay un respeto muy grande a la persona de la Virgen María, y por otro lado está todo el esoterismo, entonces claramente hay un divorcio muy grande.
::: ¿Qué simboliza esto?
No me gustaría profundizar en eso, porque ya nos estaríamos metiendo en otra cosa…
::: En realidad es parte de lo mismo. Mi pregunta es sobre todas estas señales y símbolos que ha puesto el Gobierno y que ha plagado Managua. ¿Eso no se relaciona con la semiótica?
Claramente que sí hay una intencionalidad, pero fíjese que lo que estamos viendo aquí realmente es como hacer de todas las cosas un caos. O sea la Biblia es clara, dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. No podemos estar con una cosa y la otra. Pienso que el cristiano se enfoca en Cristo, esa es la figura principal. Para mí lo es. Ya si tomo otro tipo de liderazgos esto raya en el fanatismo y es peligroso.
::: Bueno. También están los letreros gigantes… ¿Estos también tienen un significado?
Ese es otro ícono importante. Esas vallas tienen un soporte, que es una secuencia, comenzó por ejemplo, creo, con “arriba los pobres del mundo”, “vamos por más victorias”, después el famoso tríptico que habla de una patria “cristiana, socialista y solidaria”, “todos por el bien de todos” y el último es “todos adelante”. Algo que llama la atención de esas vallas es la utilización de tres colores que son blanco, amarillo y rosado chicha o fucsia. Esos tres colores son representativos, tienen una connotación. El fondo siempre será el rosado chicha, este puede tener un sentido de animosidad, alegría, de plenitud, se dice también que ese color satura todo el plano de la imagen. Eso le da a la imagen principal, que es el líder, en este caso el presidente de la República, le da todo el sentido de iconicidad, o sea en ese momento el ícono principal es la figura de él.
::: ¿Y los otros colores qué representan?
Él tiene una camisa blanca, esa camisa blanca también tiene una simbología también. Fíjese usted que la firma es blanca, está asociada a la camisa. El blanco siempre va a significar paz y tranquilidad. El otro color es el amarillo esa es la alegría juvenil, que significa que ellos siempre están rodeados de jóvenes. Esos colores como que sintetizan lo que podríamos llamar: “El círculo de poder”. O sea alrededor de los colores se teje el círculo de poder.
::: ¿Ha habido una evolución en los mensajes que utiliza el Gobierno?
Al contrario. No hay cambios en los colores, siempre el fondo es fucsia, la firma es blanca, la camisa es blanca. Eso se vuelve repetitivo, redundante. Eso también equivale a un pleonasmo. Lo que significa eso es fijar la imagen, eso hace que la conciencia del individuo se sature de la imagen.
::: ¿Qué análisis haría tanto de las frases de las vallas, los discursos orales y la costumbre de repetir tres veces la misma palabra?
Mire. Ellos trabajan con tres elementos “Cristiano, Socialista, Solidario”, otra frase dice: “Fe, Familia, Comunidad”, vamos adelante. Siempre trabajan con el tribium, o sea con el número cabalístico tres, que para los judíos significa plenitud y según Pitágoras es el número de la integridad. Todo esto si se ve en completo, se ve la iconicidad de la imagen nos dice que hay algo oculto, esotérico. Yo no creo que esto se deba trabajar de esta manera.
::: Ese discurso también se imprime en camisetas, ¿de qué se trata eso?
Lo que se está tratando de hacer es uniformar en un solo sentido el poder. Ya se mira esa camiseta por todos lados. Hay una uniformidad del poder. Realmente a nadie le gusta que lo uniformen, uno puede andar un momento (…) yo le aseguro que hasta el militar cuando llega a su casa se quita su uniforme.
::: ¿Y qué pasa con la Juventud Sandinista y el resto de militantes del FSLN que siempre andan uniformados?
Yo pienso que hay una obediencia. Yo diría que es bueno. Si usted lo mira desde ese ángulo existe una fidelidad al partido, que nunca van a tener los otros.
::: Perdón, ¿eso es bueno, esa obediencia?
Le aclaro, en lo personal mi única obediencia es hacia alguien, que es Cristo, yo soy unidireccional, no pertenezco a ningún partido político, nunca voy a pertenecer a ninguno, porque no me interesa. Yo lo digo aquí y donde sea. Pero, mire eso es positivo para ellos y negativo para los otros partidos políticos.
::: ¿Y para el país?
Hasta el momento las encuestas o nos engañan o no sé lo que está pasando en este país, porque las encuestas dicen que todo mundo está contento.
::: ¿Y usted cree que sea así?
¿Qué todo mundo está contento? Yo pienso que no, a nivel general no, verdad. Pero eso es lo que han hecho creer, y el problema es que se sigue insistiendo en este tipo de discurso.
::: El Gobierno también usa ese tipo de discursos para su eslogan “haciendo patria”. Pero así como hay un divorcio —como usted me decía— entre los elementos religiosos y el árbol de la vida, ¿también existe entre los jóvenes y su comportamiento?
Yo me quiero centrar en la semiótica. Eso lo vemos en la caricatura de Manuel Guillén, un muchacho que quiere vivir su momento. No lo vivieron en la época de los años 80 y quieren revivirlo ahora, quieren sentirse parte de lo que no fueron, ser como esos guerrilleros, ser vistos con un pasamontaña, por ejemplo, tener esa fuerza que no tienen de algo que ya pasó. Quieren sentirse como héroes, y eso no es ser un héroe.
::: ¿Cómo coexisten dos símbolos completamente contrarios? Esa imagen visual de un muchacho con una camiseta que dice “amor y paz”, pero que sostiene una piedra en la mano.
Mire esto tiene que ver mucho con la identificación. Tiene que ver con toda la violencia a nivel mundial. Hay guerras en el mundo en este momento, eso es fruto de la violencia que se mira en los medios de comunicación. Y otra cosa, algo fundamental que yo pudiera decir aquí es que hay una pérdida grande de valores. Me parece que ese eslogan de socialismo, cristianismo y solidaridad tiene que reflejarse en los valores. Eso de golpearse unos a otros no se debe permitir, ni nosotros ni la Policía.
::: Sin embargo sucede cuando hay manifestaciones…
Usted sigue insistiendo en eso, pero yo no quiero hablar de eso, podríamos hablar de otra cosa…
::: Usted había sido muy crítica, estuve leyendo varias columnas suyas en la página de opinión de LA PRENSA…
Sí, pero en parte yo tengo que cuidar mi trabajo. Últimamente yo no he ni estado publicando en los periódicos.
::: ¿Por qué?
Porque, mire, la universidad debería ser el centro del debate crítico, pero el problema fundamental que vemos, sin mencionar nombres, es que desde quien preside el CNU hasta todos los rectores en términos generales, se identifican con el partido (de Gobierno). Yo siempre hablo, siempre analizamos la caricatura, siempre tenemos la libertad interna que da la autonomía universitaria, que nos hace ser seres críticos. El problema fundamental es cuando nos encontramos en el aula con gente que es acrítica.
::: Bueno ¿hay una forma en que una persona pueda evitar ser afectada por estos mensajes?
La persona que quiere ser alienada directamente, se va a dejar manipular. A muchos nos gusta que nos manipulen. Dependerá de su propio criterio, de su personalidad, de sus lecturas, de su nivel crítico, pero si no lo tiene será llevado por todo viento de doctrina. No todo mundo logra ver esto, porque todo está oculto y cuando ya sale no les gusta este tipo de simbología.
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