La junta llegada al poder en Tailandia tras un golpe de Estado instaló un gobierno dominado por los militares, reforzando su control sobre el escenario político de un país vacío de toda contestación al régimen.
“El primer ministro brinda su confianza a militares y exburócratas”, comentaba este lunes el diario The Nation.
Casi un tercio de los 32 miembros del gabinete, aprobado el domingo por un decreto del rey Bhumibol, son militares de alto rango aliados del jefe de la junta, el general Prayut Chan-O-Cha, convertido en primer ministro diez días antes.
Ahora, los ministros deben ser confirmados en sus funciones por el rey en una ceremonia que tendrá lugar esta semana en el hospital de Bangkok, donde el soberano de 86 años de edad se encuentra internado.
Ministerios claves, como los del Interior, Justicia, Asuntos Exteriores y Comercio, por ejemplo, estarán ocupados por generales. Entre éstos también figuran responsables de la represión sangrienta en 2010 por parte del ejército contra las manifestaciones de los Camisas Rojas, partidarios del exprimer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto por un golpe de Estado en 2006.