Querida Nicaragua: Los ciudadanos comunes y corrientes, el hombre dedicado a ganarse la vida sudando de sol a sol, los que por las noticias nos enteramos de los proyectos babilónicos del Gobierno, nos encontramos cada vez más confusos con la idea de la construcción de lo que han dado en llamar pomposamente el gran Canal Interoceánico de Nicaragua.
Unos dicen que es buenísimo, que dará trabajo permanente a un millón de nicaragüenses, otros que es malísimo, que se echará a perder el mayor tesoro que tenemos como es el gran lago de Nicaragua, o lago Cocibolca. El señor chino Wang Jing o la compañía a quien se le dio la concesión, entregándole prácticamente la soberanía nacional, dice cosas que nadie cree. Saltan de fecha en fecha y no tienen, porque es imposible tenerlo en tan corto tiempo, los estudios de factibilidad, ni se sabe a ciencia cierta por dónde pasará el nunca bien ponderado Canal. Dicen haber escogido una ruta pero ellos mismos dicen que puede variar.
Andan unos grupos de chinos, sin pedirle permiso a nadie metiéndose en propiedades privadas y abriendo huecos para colocar mojones. Se supone que ese será el paso del canal. Los productores de la zona de Chontales y Río San Juan están temerosos pues pueden perder sus fincas que han trabajado toda su vida. Y digo perder, porque trabajar años y años una finca y luego que te la paguen al precio catastral es igual a perderla. Ya comienzan a reunirse los ciudadanos de Chontales, Río San Juan y toda la zona para protestar y pedir información sobre el destino de sus fincas, trabajo de toda su vida..
Muchos, a soto vocce dicen que lo del Canal es una treta de don Daniel, para poder reelegirse continuamente mientras dure la construcción del Canal que tardará por lo menos diez o quince años. Mal intencionados que son, dicen otros, el comandante lo que quiere es pasar a la historia como el hombre que pudo hacer un Canal sin la ayuda del imperialismo norteamericano.
Todo esto son habladurías y conjeturas. Lo cierto es que científicos verdaderos como Jaime Incer Barquero han declarado sobre los peligros inminentes que ese Canal significa para la vida de nuestro lago, que es la reserva acuática que tenemos para el futuro. Jaime, reconocido en América como científico de nota, mueve la cabeza en forma negativa cuando se habla de cruzar el lago de Nicaragua y abrirle una zanja de 500 metros de anchura.
No parece haber seriedad en esto del Canal. Unos dicen una cosa, otros dicen otra, la compañía contratante no habla claro ni propone fechas fijas y el pueblo nicaragüense sigue cultivando rumores y más rumores, cuentos y más cuentos como que se quiere que todo esto anule otra serie de noticias comprometedoras.
La realidad actual es que han comenzado en serio a amenazar a pobres gentes que tienen sus finquitas heredadas de sus antepasados y que siempre han vivido de ellas. Lo que dice el contrato con el señor chino es que serán pagadas a precio catastral.
Pobladores de la comunidad Obrajuelo, en San Jorge, municipio del departamento de Rivas, manifiestan su temor por la visita de ciudadanos que se identifican como miembros de la Procuraduría General de la República, el Instituto de Evaluación de Tierras de China, y el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), quienes acompañados por miembros del Ejército y la Policía realizan el censo de las familias que serán afectadas por la ruta del Canal. A los pobladores les hicieron firmar un documento sobre la información que les pidieron.
No se entiende la presencia de miembros del Ejército y la Policía. Da la impresión de que quieren hacer las cosas por la razón o por la fuerza, los pobladores naturalmente se sienten atemorizados. Don Telémaco Talavera declaró que los soldados andan ahí por razones de seguridad. El autor es gerente de Radio Corporación. Excandidato a la Presidencia de la República en 2011.
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