Tammy Zoad Mendoza M.
Desde el inicio del gobierno del presidente inconstitucional Daniel Ortega los cambios de horarios, fechas o protocolos de los actos solemnes han sido una constante. Desde 2007, inicio de su primer período, los actos públicos y oficiales del presidente son por la tarde-noche, desfile patrio incluido.
“Históricamente el desfile patrio se ha realizado la mañana del 14 de septiembre, aquí y en toda Centroamérica, incluso en la década de los ochenta. Es hasta la administración de Ortega que se cambiaron los horarios sin razones de peso. Porque no basta con dar cualquier razón, tienen que ser verídicas para que no se vea como una arbitrariedad”, expone el doctor Carlos Tünnermann, exministro de Educación.
Este año fue por la lluvia, según la primera dama Rosario Murillo, quien anunció la decisión del presidente de cancelar, hasta nuevo aviso, el desfile del 14 de septiembre al que estaban convocadas las bandas rítmicas de los colegios de la capital. Se quedaron listos y con las ganas, aunque algunos alumnos y maestros agradecen haberse librado de la empapada segura que les esperaba en la Avenida Bolívar.
En 2007 el entonces ministro de Educación, Miguel De Castilla, anunció una semana antes del 14 de septiembre que el desfile sería a las cuatro de la tarde porque “por la mañana hay mucho sol” y que no sería en la Plaza de la Fe, donde se había realizado en los últimos cuatro años, sino en “la Plaza de la Revolución que está más bonita”.
A partir de entonces los actos se programan por la tarde y terminan por la noche, todos los años con horas de retraso y bajo la lluvia de la temporada. En el 2012 incluso hubo cambio de fecha sin dar mayor explicación, el desfile se realizó la tarde del 15 de septiembre.
Dinero invertido
Aunque a algunos de los alumnos consultados en diferentes colegios de la capital parecía no importarles la cancelación repentina del desfile, muchos padres de familia no opinaban lo mismo. “Cuando se les avisó hubo mucha molestia. Es una inversión de meses, en tiempo y en recursos. De mil o dos mil córdobas, más lo que la gente consigue para ir a ver a sus hijos desfilar. Hoy tenía para ir, en una semana quién sabe”, comenta el profesor Juan Rodríguez, del sindicato de docentes José de la Cruz Mena.
Según el docente, las indicaciones se recibieron al final de la tarde, y aunque considera válida la justificación de la lluvia, “no creo que haya sido consideración por los alumnos y docentes, todos los años esperamos, nos asoleamos y nos mojamos. Todos los años llueve. Creo más bien que fue una medida por la salud del presidente”, comenta Rodríguez.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 A