Saúl Martínez
No convence a familiares la versión de que la jovencita chinandegana Karen Berenice Espino Espinales, de 23 años, se lanzó de lo alto de un edificio el pasado 30 de agosto en las primeras horas de esa madrugada. Ella se encontraba en España.
Después de 15 días de esta tragedia doña Berenice Espinales recibió el féretro de su hija mayor en la casa del barrio Nuestra Señora de Guadalupe, en Chinandega.
La trágica noticia la proporcionaron las autoridades españolas, que informaron que la joven estaba en el primer piso y subió al baño, seguido ocurrió la tragedia.
- 3 años tenía Karen Berenice Espino Espinales de vivir en España. En Chinandega había dejado a su pequeña niña.
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Con el apoyo solidario de ciudadanos se logró trasladar el féretro y ayer martes le dieron cristiana sepultura en el cementerio municipal.
A los familiares les alienta el mensaje que representantes de la Embajada nicaragüense revelaron: exigirán a la policía española una profunda investigación a este caso.
“Como familia estamos seguros que mi hija no se suicidó. Ella me llamó unos cuarenta minutos antes de que ocurriera el percance pero se escuchaba tranquila, además le preguntó a su hijita acerca de las clases y le sugirió el buen comportamiento con su abuelita”, expresó doña Berenice.
El proceso será abierto por gestiones de la Embajada en aquel país. El asesor legal para el caso dice que la situación no está del todo clara, indicó ayer la adolorida mamá. Parte de las averiguaciones será si la joven recibía algún maltrato de quien fue su pareja.
Para la familia es inconcebible que según la policía haya dejado un escrito “que donaría sus órganos”.
“Pensábamos dejarlo así y que Dios se encargue de castigar si hay un culpable, pero si la Embajada nicaragüense le da curso a la denuncia, mi hermana se encargará allá de darle seguimiento”, expresó doña Berenice.
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