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La mitad de los alumnos que desertanen secundaria lo hacen por desinterés, según estudios que han realizado diversas organizaciones. Esta es una muestra de la falta de una política escolar, consideran expertos. LA PRENSA/ ARCHIVO

Educación sin rumbo en Nicaragua

Expertos indican que recientes cambios en el Ministerio de Educación provocan inestabilidad en el sistema escolar y lamentan que se desconozcan resultados de estrategias educativas.

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El sistema escolar de Nicaragua, pese a las múltiples estrategias educativas que ha ejecutado el Ministerio de Educación (Mined), no logra resolver los problemas de acceso, cobertura y de calidad educativa, consideran expertos en el tema.

Por el contrario y sumado a los cambios de autoridades que ha sufrido la institución desde 2010, los niños desertan cada vez más de las escuelas —20 mil al año, de acuerdo con las cifras oficiales facilitadas por una fuente del Mined— y los bachilleres no logran aprobar los exámenes de admisión que aplican las universidades públicas para distribuir sus cupos, por ejemplo.

Los recientes cambios en las altas esferas del Mined, considera Yadira Rocha, representante del Consejo de Educación de Adultos para América Latina (CEAAL) en Nicaragua, provocan inestabilidad en el sistema escolar porque en Nicaragua no se termina de definir una política clara y de más largo plazo que muestre hacia dónde se quiere llegar con la educación de los 1.6 millones de estudiantes que reporta el Mined.

Desde 2007 el Mined ha tenido dos ministros y ha ejecutado seis estrategias educativas que buscan elevar la matrícula, reducir la deserción escolar y garantizar calidad educativa.

[doap_box title=”Una educación a la medida” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

El presidente del Foro Eduquemos, Ernesto Medina, dice que Nicaragua necesita diseñar una política educativa que responda a las demandas actuales de la sociedad y que los últimos cambios en el Mined podrían aprovecharse para retomar el diseño de un plan de largo plazo que solucione los problemas que tiene el sistema escolar.

Yadira Rocha, representante del CEAAL en Nicaragua, considera que “mientras no tengamos un Plan Nacional de Educación de largo plazo, definido y consensuado por diversos sectores, entonces cada cambio traerá trastornos porque no existe un plan que indique el norte de hacia donde vamos”.

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966 mil 206 estudiantes se matricularon en primaria durante el 2006, pero la matrícula bajó a 880, 601 en 2013, de acuerdo con las cifras oficiales de matrícula escolar que reporta el Ministerio de Educación.

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En 2007 el Año Escolar inició con la estrategia de gratuidad educativa, que buscaba incrementar la matrícula en la educación básica y media. En 2008, el entonces ministro de Educación, Miguel De Castilla, inició el diseño del Plan Decenal de la Educación 2011-2021.

Pero, tras su salida como ministro, ese plan fue sustituido por la cuestionada Estrategia Educativa que contenía la “ambiciosa” batalla por el sexto grado que en dos años pretendía alcanzar la universalización de la primaria.

En 2012, sin haber dado a conocer los resultados de la Batalla por el Sexto Grado, la secretaria de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, dijo que el Mined iniciaría en 2013 la batalla por el tercer año de secundaria.

Sin embargo, una semana antes del inicio del Año Escolar 2013 el exviceministro de Educación, José Treminio, dijo que el Mined ejecutaría una estrategia de formación y capacitación docente.

Esa misma semana, Murillo anunció la ejecución de la estrategia político-educativa “vivir limpio, vivir sano, vivir bonito, vivir bien”.

No obstante, los resultados de cada una de estas se desconocen, lamenta Jorge Mendoza, director ejecutivo del Foro Educación y Desarrollo Humano (FEDH).

Mendoza considera que “los cambios son pertinentes”, pero lo que realmente necesita Nicaragua “es una política educativa de mayor largo plazo”.

Pero esa política, de acuerdo con Ernesto Medina, presidente del Foro Eduquemos, debe articular los esfuerzos del Estado y la sociedad civil. Hasta el momento, lamenta Medina, el Mined se ha mostrado hermético y no brinda información sobre la matrícula y demás indicadores educativos que muestren que sus políticas han sido efectivas o no.

AÚN NO JUSTIFICAN LOS CAMBIOS EN EL MINED

Este 17 de septiembre, la exviceministra de Educación, Norma Irías, ya no llegó al Mined. Ella entregó su puesto a Salvador Vanegas, quien hasta el 12 de septiembre se desempeñaba como asesor presidencial para asuntos educativos.

Junto con Irías, asegura una fuente del Gobierno, salieron el director de Adquisiciones, Freddy Reyes Sandoval y el director administrativo financiero, Salvador Cruz. A ellos, la Presidencia de la República también les habría pedido sus “cartas de renuncia”.

Hace dos semanas, el exministro para asuntos de infraestructura escolar, Marlon Siu, también entregó su puesto.

Hasta la fecha ni el Gobierno ni el Mined justifican los cambios que, de acuerdo con Mendoza, “denotan la ausencia de una idea clara de hacia dónde va la educación del país y como se organiza el aparato ejecutor de esa política educativa”.

Ver en la versión impresa las páginas: 9 A ,1 A

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