Tucson, EE. UU. / EFE
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Aseguró que la solución permanente y duradera radica en “disminuir la violencia en los países de origen” y crear incentivos para que los jóvenes decidan no emigrar, lo que para el director ejecutivo de la organización Homies Unidos, Alex Sánchez, está lejos de ocurrir, porque esa lucha la tienen perdida los gobiernos de Centroamérica.
“Los gobiernos no se están enfocando en crear una infraestructura para que los ciudadanos no tengan que emigrar. Esta ola de niños que se vinieron no es algo reciente, porque esto ha sucedido por años y va a continuar, porque no hay alternativas para sobrevivir“, comentó ayer Sánchez.
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Mientras el Gobierno de Estados Unidos reconoce que todavía hay mucho por hacer ante la crisis de los menores centroamericanos indocumentados que llegan solos a la frontera, expertos afirmaron que más pronto que tarde se registrará una nueva entrada masiva de estos niños.
“La situación en Centroamérica se ha mantenido igual, tenemos los mismos problemas de inseguridad y de violencia, la falta de capacidad en gobernabilidad continúa y el tema laboral se mantiene, no hay trabajo para jóvenes que son miembros de carteles o maras”, expresó Carl Meacham, director del Programa de las Américas del Centro para Estrategias y Estudios Internacionales (CSIS).
Para Meacham, la reducción del número de menores que ingresaron a la frontera en julio y agosto “no será por mucho tiempo”. Agregó que el retraso de la Administración del presidente Barack Obama en otorgar un alivio migratorio causa desespero, y por eso las familias prefieren pagar para que les traigan a sus hijos desde Centroamérica, sin importar riesgos.
El número de menores solos aprehendidos en la frontera se redujo en julio y agosto hasta los 5,501 y 3,141 casos, frente a los más de 10,000 de mayo y junio, según datos del Departamento de Seguridad Nacional.
“(…) No habido ningún tipo de legislación o cambio desde el brazo ejecutivo para frenar las causas por las cuales vienen estos niños a Estados Unidos”, comentó Meacham.
Los menores continuarán emigrando pese a los esfuerzos del Gobierno para detener el flujo masivo, porque según el activista, Robín Hoover, las campañas fueron acciones temporales. “Hablé con amigos en Tapachulas, Chiapas (México) y me dijeron que los números (de inmigrantes cruzando) van en aumento. Nosotros pensamos que los esfuerzos de México para detener que los inmigrantes no se suban al tren (que lleva migrantes) fue solo para mostrar a Estados Unidos que estaban haciendo algo”, expresó.
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