Al acercarse las elecciones generales la gente se pregunta si habrá alguna oferta electoral que atraiga a los votantes y realice los cambios necesarios para crear confianza y bienestar en la familia nicaragüense.
Las acciones principales que se espera del próximo gobierno se pueden sintetizar en las siguientes:
En primer lugar la no reelección absoluta del presidente de la República y en el caso de los diputados, alcaldes y concejales que solamente una vez puedan ser reelegidos.
El Consejo Supremo Electoral debe ser sustituido por un Instituto o Colegio Electoral integrado por personas de reconocida honorabilidad y que no sean miembros activos de ningún partido político.
Sustituir el sistema de elección por plancha de los diputados por el voto directo por parte de sus electores en la circunscripción donde el candidato reside.
La Corte Suprema de Justicia debe ser reestructurada con magistrados honorables, sin militancia política, para que estén al servicio del pueblo.
Se debe anular la inmunidad de los diputados y funcionarios en general y deben responder a los tribunales de justicia para enfrentar cualquier acusación o demanda que se presente.
Se deben cancelar las asignaciones a los diputados para proyectos y el Gobierno les asistirá para el establecimiento de una oficina modesta en la circunscripción que sean electos donde deben atender al segmento de población que cada uno representa.
La Contraloría General de la República debe ser reducida a un solo Contralor y se coordinará con las instituciones a través de su homólogo asignado en ellas,
El nuevo gobierno debe retirarse del Parlacen y la Corte Centroamericana que ningún beneficio le han reportado al pueblo nicaragüense.
Se deben revisar los salarios que han venido devengando los funcionarios de gobierno, eliminar los megasalarios y reordenar una política salarial modesta acorde con la economía del país.
Realizar una profunda revisión y reordenamiento de los recursos humanos y financieros del Ejército y la Policía Nacional, para garantizar su mejor aprovechamiento en función de la realidad nacional especialmente las áreas rurales que necesitan mejorar los caminos de penetración para el transporte de la producción, en la cual el Ejército jugaría un gran papel con su maquinaria de equipos e ingenieros y la Policía garantizando la seguridad de sus ciudadanos en las ciudades y poblados donde opera.
Garantizar los espacios políticos que distintas organizaciones vienen pidiendo a gritos, como las de los aborígenes, discapacitados, grupos de la tercera edad, agrupaciones de mujeres, etc.
Promover acciones permanentes dirigidas a la conservación y buen manejo del medioambiente y establecer un programa de reforestación comenzando por Managua, sustituyendo los árboles de lata por árboles vivos para restablecer el pulmón verde de la ciudad.
Revisión profunda del sistema de educación y salud priorizando los servicios al pueblo y fortaleciendo los recursos destinados a estos dos ministerios.
Se debe revisar cómo se está utilizando el 6% a las universidades y garantizar que la mayor parte se utilice para beneficio de los estudiantes.
Por una nueva cultura política con hombres y mujeres respetuosos de los derechos humanos ciudadanos al servicio del pueblo, sin ninguna discriminación.
El autor es ingeniero agrónomo/ambientalista.
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