El comisionado de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL), Roger Goodell, reconoció ayer que su organización había cometido errores durante las últimas semanas con los asuntos relacionados a los casos de violencia doméstica y maltrato infantil, y pidió perdón públicamente.
Goodell, en su primera comparecencia pública tras los casos de violencia doméstica en los que se vieron involucrados el corredor Ray Rice, de los Ravens, y Greg Hardy, de los Panthers, junto con Adrian Peterson, de los Vikings de Minnesota, acusado de presunto maltrato infantil, prometió cambios y no volver a cometer los mismos errores.
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