La Policía del Condado de Miami Dade investiga a Julio Samaniego, esposo de Yolanda Samaniego, la nicaragüense de 51 años que fue asesinada, calcinada y lanzada a un predio baldío en la ciudad Doral.
La familia de Yolanda Samaniego dijo no conocer al supuesto autor del crimen, Marvin J. Rivera Montalvo, quien confesó el crimen y hasta ahora poco saben del hecho.
Rivera Montalvo pasó a la orden del juez David Miller, que le negó la fianza debido a la atrocidad del crimen.
El cuerpo de Samaniego, oriunda de Cuapa, Chontales, permanece en poder de las autoridades y están a la espera de los resultados de la investigación que revelará la causa de muerte y el móvil del crimen.
Rivera Montalvo, presuntamente de origen hondureño, quien enfrenta cargos de asesinato en primer grado, fue capturado la madrugada del pasado 20 de septiembre, una semana después del crimen, tras admitir que participó en el crimen de Samaniego, supuestamente en complicidad con individuos hasta ahora desconocidos.
Lo único que la Policía, hizo saber a la familia es que cuando concluyan las investigaciones nos darán a conocer la información y lo harán saber al esposo de ella, Julio Samaniego y a mi prima Lorena. Lo que sabemos es lo que ha salido en los medios de comunicación, dijo Iris Urbina, familiar de Yolanda Samaniego, quien explicó que la familia enfrenta una terrible tragedia.
Las autoridades confirmaron que ambos eran compañeros de trabajo y el noticiero local de Univisión señaló que Rivera en ocasiones recogía a Samaniego en su casa.
Rivera era el jefe de Samaniego, en la compañía Solo Printing Incorporated, ubicada a un par de calles del lugar del hallazgo. La víctima trabajó en la empresa los dos últimos años.
El autor del crimen dijo a la Policía que él junto a otros hombres, a los cuales no identificó, planificaron el asesinato, y que el pasado 13 de septiembre, él estaba en su auto y atrajo a su víctima, uno de sus supuestos acompañantes le disparó en la cabeza a la mujer, luego buscaron un hotel para planificar cómo deshacerse del cuerpo. Cuatro días más tarde, Rivera se presentó a la escena donde abandonó el cuerpo de Samaniego y le prendió fuego.
Rosibel Urbina, familiar de Samaniego, dijo que no tienen idea de porqué Rivera actuó con tanta saña contra su compañera de trabajo.
De Rivera Montalvo se sabe muy poco, sus vecinos dicen que se comportaba como una buena persona, que tiene esposa embarazada y un hijo. En su vivienda nadie responde.
La familia de Samaniego tiene planes de velar el cuerpo en una funeraria en Miami, y posteriormente trasladarlo a Nicaragua, para darle cristiana sepultura en el pueblo natal de Samaniego, Cuapa, Chontales.
CONSTERNACIÓN EN CUAPA
En su tierra natal, Cuapa, ayer la tradicional misa dominical en el sitio de Las Apariciones, Samaniego fue recordada, elevando oraciones por su eterno descanso. Celia Aragón Suárez, hermana de Yolanda y esposa del alcalde liberal, Manuel Zelaya, recibía el pésame y muestras de solidaridad.
Yolanda es recordada como la chavala de pueblo, alegre, honesta, trabajadora y muy humana.
Don Jorge Suárez Meneses dice que era una muchacha muy trabajadora, popular, cariñosa con la gente pobre, se fue muy joven, pero dedicada a cuidar a su mamá, no era para que la mataran con crueldad.
Proveniente de una familia carismática, a los 21 años Yolanda emigró en 1984 hacia Estados Unidos, junto con sus siete hermanas cuando por la guerra no se podía vivir en Cuapa, allá se casó, procreó a Bryan Samaniego, de 17 años, hijo único de su matrimonio con el cubano Julio Samaniego, recuerda Celia.
Yo fui la única que retorné a Nicaragua, pero para Yolanda su mayor empeño era el trabajo, no estudió, trabajaba en factoría en tiendas de ropa y el último trabajo que tenía era en una imprenta, de noche, era la que diariamente estaba pendiente de nuestra madre, Luisa Emilia Aragón. Venía frecuentemente, jamás olvidó de dónde venía y lo que dejó en su pueblo.
Para la viejecita de 91 años, su Yolandita está en Estados Unidos, y Celia ha decidido no revelarle la verdad por el impacto que le causaría a su madre de nombre Luisa Emilia Aragón.
Para la esposa del alcalde de Cuapa, Yolanda tenía un corazón muy humano, grande, y era muy confiada, lo que a su juicio, pudo aprovechar el asesino para acabar con su vida de esa manera.
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