Más de 130,000 sirios han llegado en los últimos días a Turquía y seguían huyendo ayer de la ofensiva del grupo yihadista Estado Islámico, que asedia la ciudad de Ain al Arab, en el noreste del país.
Además, el EI hizo un llamado a los musulmanes para matar “sea a como sea” a ciudadanos de los países que forman parte de la coalición internacional contra el yihadismo, en particular Estados Unidos y Francia, los dos países que han realizado bombardeos contra sus posiciones en Irak.
“Si puedes asesinar a un infiel estadounidense o europeo (…) incluyendo a los ciudadanos de los países que participan en la coalición contra el Estado Islámico, confía en Alá y mátalo”, dijo en un mensaje un portavoz del EI, Abu Mohamed al Adnani, amenazando en particular a estadounidenses y franceses.
El primer ministro francés Manuel Valls replicó “Nada hará retroceder al Gobierno en su determinación”.
Pocas horas después de las amenazas, el grupo yihadista argelino Jund al Jilifa, que declaró su lealtad al EI, reivindicó en un vídeo el secuestro del francés, Hervé Pierre Gourdel, quien apareció custodiado por hombres armados y pidiendo la intervención del presidente francés François Hollande.
“LIMPIEZA ÉTNICA”
Los opositores sirios y los líderes kurdos piden a la coalición internacional dirigida por Estados Unidos que lance un ataque en el sector, aunque de momento no ha habido ninguna acción.
La oposición siria en el exilio advierte además del peligro de una “limpieza étnica” en la región, mientras los refugiados explican el terror que se amparó de la población.
Según Sahab Basravi, uno de refugiados, en las mezquitas de la ciudad los imanes advirtieron a la población que los yihadistas “pueden matar a todos los kurdos de entre 7 y 77 años”. “Hicimos las maletas y dejamos la ciudad inmediatamente”, relata.
Según la OSDH, en los combates han muerto hasta ahora al menos sesenta miembros del EI y treinta kurdos.
En la localidad turca de Suruç, a pocos kilómetros de la frontera, se han vivido enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes kurdos, que protestaban porque no les dejaban entrar en Siria para luchar junto a sus compatriotas, como lo pidió el movimiento armado kurdo PKK.
CONTROL TOTAL
El éxodo de sirios a Turquía, que empezó el sábado, es la consecuencia del avance de los combatientes del EI, que tomaron 64 pueblos en la región de Ain Al Arab (Kobane en kurdo) desde la semana pasada.
Los yihadistas quieren tomar esta ciudad, la tercera kurda más importante de Siria, para tener el control total de una vasta franja de terreno en la frontera sirio-turca. Pero su rápido avance en los últimos días fue frenado ayer por los combatientes kurdos, indicó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH)..
El EI está ahora a diez kilómetros al este y al oeste de Ain al Arab, y a 20 kilómetros al sur, con lo que la ciudad está “totalmente asediada”, según OSDH.
Según el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, el número de sirios que han llegado a Turquía “supera los 130,000”. La agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) confirmó esa cifra y dijo que los refugiados llegaron por nueve puestos fronterizos y están ahora en varias ciudades del sureste de Turquía, que tiene 900 kilómetros de frontera con Siria.
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