Anochece. Centenares de tortugas salen del mar y se adentran en la arena. Este es un evento que ocurre solo por unas noches, en ciertos períodos del año y solo en algunas playas del mundo. Se trata del arribo y desove de las tortugas.
Las tortugas viajan a las costas, generalmente tropicales o cálidas, para depositar sus huevos. Se ponen cómodas, pareciera nadar en la arena y con sus cuatro aletas empiezan a hacer el agujero debajo de su cuerpo, luego cavan un hueco un poco más hondo con sus aletas traseras y es ahí que depositan sus huevos.
En promedio, las tortugas desovan hasta noventa huevos, al terminar los cubren con arena, esparcen un poco más alrededor para desorientar a los depredadores y finalmente regresan al mar. Pasivas como siempre y llenas de tranquilidad.
El alojamiento en casa de campaña
o en pequeños hostales puede costar desde 50 hasta 150 córdobas. La alimentación en las comunidades varía de 50 a 70 córdobas.
En playa La Flor la entrada cuesta
50 y 100 córdobas para niños y adultos nacionales. No hay hospedajes disponibles, pero la tarifa para acampar es de 500 córdobas por casa de campaña. [/doap_box]
La flor y chacocente
Dos playas nicaragüenses reciben arribadas masivas de tortugas de julio a diciembre. Se trata de La Flor y Chacocente, ambas se han convertido en refugios de vida silvestre, con el fin de proteger y conservar en particular a las tortugas de paslama, que son las que más depositan sus huevos en estos sitios, pero también a otras especies que se encuentran en estado crítico de extinción.
La Flor está ubicada a unos 22 kilómetros de San Juan del Sur, Rivas, y no solamente es un santuario de tortugas marinas, también es un sitio digno de admirar. La arena es clara y hay una sensación de calma y quietud por ser una playa solitaria.
Por ser un refugio de vida silvestre, esta playa no cuenta con muchas opciones de alojamiento. Pero en los más de 1,500 metros que mide su costa, similar a una herradura, puede instalar una casa de campaña o bien descansar en la arena para esperar el acontecimiento.
Chacocente es el otro rinconcito predilecto de las tortugas. A unos cuarenta kilómetros de Santa Teresa, Carazo, esta playa es parte del refugio de vida silvestre Río Escalante-Chacocente, donde también se dan arribadas masivas.
En este sitio se puede acampar, recorrer la playa o bien adentrarse en los senderos. Ofrece tanto la calidez de la playa como la frescura de paseos llenos de plantas, flores, árboles y aves.
Aquí las arribadas se producen entre los meses de julio y diciembre. Aunque no se conocen fechas específicas, los lugareños aseguran que ocurren durante la fase de Luna Nueva o Menguante.
En la reserva Chacocente la entrada cuesta 50 y 25 córdobas para adultos y niños nicaragüenses, respectivamente. Los extranjeros tienen una tarifa diferente. El alojamiento en casa de campaña o en pequeños hostales puede costar desde 50 hasta 150 córdobas . La alimentación en las comunidades varía de 50 a 70 córdobas . En playa La Flor la entrada cuesta 50 y 100 córdobas para niños y adultos nacionales. No hay hospedajes disponibles, pero la tarifa para acampar es de 500 córdobas por casa de campaña.
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