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El astro boricua Roberto Clemente dio su vida por Nicaragua justo tres meses después de su hit 3,000. LA PRENSA/AP

Talento único

Una y otra vez he dicho que Willie Mays es el mejor jugador que yo he visto. Pero, Mays siempre dice que Roberto Clemente es el mejor jugador que ha enfrentado. Y mucho otros están de acuerdo.

Una y otra vez he dicho que Willie Mays es el mejor jugador que yo he visto. Pero, Mays siempre dice que Roberto Clemente es el mejor jugador que ha enfrentado. Y mucho otros están de acuerdo.

[doap_box title=”Completo” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Como bateador, a pesar de que Clemente ganó cuatro títulos de bateo, la gente pensaba que no era tan bueno como Mays o Aaron porque no era un bateador de poder. Las críticas le sirvieron de combustible y Clemente salió en 1966 y pegó 29 cuadrangulares para ser el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional. Dos años después, estaba pegando menos de veinte jonrones por temporada. Clemente quería enviar un mensaje: él podía batear jonrones si quería, pero esa no era su forma de jugar. Clemente prefería pegarle por el bando opuesto.[/doap_box]

Además de sus extraordinarias habilidades en el campo de juego, Clemente era como un caballo purasangre. Igual que los purasangres galopan con dignidad y orgullosos, Clemente tenía la misma actitud cuando caminaba, cuando corría las bases, cuando jugaba en los bosques. Además de ser un jugador especial, uno sabía que estaba particularmente orgulloso de ser puertorriqueño.

Cuando hablé con Clemente, me emocionaba, igual como me ocurría cuando tenía contacto con los grandes jugadores. Él solía llamarme “Joey”. Y aunque nuestras conversaciones siempre eran sobre el beisbol, siempre había algo que le molestaba; fuera su espalda o un tobillo o lo que fuera. Pero, esas eran las situaciones en las cuales Clemente se crecía como jugador.

Su hit número 3,000 por poco nunca ocurre. Clemente no iba a jugar en el último partido de la temporada regular. Él quería esperar hasta la temporada de 1973. Pero los Piratas lo convencieron de que jugara porque pensaban que los fanáticos se merecían ver a Clemente llegar a la meta.

Aunque su hit número 3,000 fue contra los Mets, jugué contra Clemente en su último partido porque los Rojos se enfrentaron a los Piratas en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional de 1972.

La defensa de Clemente era quizás la parte más impresionante de su juego. Tenía un brazo fuerte que exhibió en muchas ocasiones. Recuerdo como tiraba la bola al cuadro, una bala por debajo del brazo. Y con su velocidad le llegaba a todo y utilizaba una atrapada de canasta, como hacía Mays.

Ver en la versión impresa las páginas: 9 B

Deportes Roberto Clemente Willie Mays archivo

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