Uno de los principales motores de la economía de Nicaragua, como es la construcción privada, se apaga. El sector oficialmente entró en una contracción, lo cual intensifica el riesgo de no cumplirse las metas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, de 4 o 4.5%.
El reporte sobre el comportamiento en el segundo trimestre de 2014 (de abril a junio) del Banco Central de Nicaragua (BCN), recoge que el área privada efectivamente construida registró una contracción de 22.2% en la tasa interanual. Es una profundización del problema porque en el trimestre anterior evidenció una caída del 10.6%.
Esto es todo lo contrario a un año atrás. A junio de 2013 la construcción privada creció 16.8%.
Menos en todo
Para el economista Adolfo Acevedo, el informe deja claro que la razón de la desaceleración de la actividad económica y el empleo no fue la sequía, o los terremotos de abril, como lo sostienen personeros del Gobierno, sino el derrumbe de la inversión privada, principalmente en construcción residencial, aunque no exclusivamente.
Lo que no queda del todo claro es la razón de este derrumbe. Los empresarios públicamente expresan un acentuado optimismo, pero quizá deberían explicarnos por qué no actúan de conformidad, poniendo su inversión donde ponen sus voces de optimismo, cuestiona.
Y es que pese a mejorar la cantidad de viviendas construyéndose, los números oficiales indican que la inversión es menor en residenciales, también en casas particulares e igual en edificaciones en el sector comercio y en el industrial.
La contracción es a nivel nacional. Por ejemplo, el número de casas que empezaron a construirse en residenciales sumaron 1,550 en total a junio. Fueron 211 menos que a junio de 2013 e incluso 273 menos que las viviendas empezadas entre enero y marzo de 2014, cuando en total fueron 1,823, según el BCN.
También fue menor la cantidad de viviendas finalizadas (287), en total al compararse los segundos trimestres de cada año.
En Managua la caída de residenciales edificándose fue del 16.6%, comportamiento que obedeció a disminuciones en el área efectivamente construida en las diferentes etapas de construcción (tanto nuevas, finalizadas y reinicio), explica el reporte oficial.
En el resto de ciudades de Nicaragua la situación es igual de mala. La caída en el segundo trimestre del 2014 fue del 21.6% cuando en el mismo período de 2013 el crecimiento fue del 29.2%.
La cantidad de edificios comerciales igual se contrajeron. Son 36 edificaciones menos las construidas al compararse los períodos 2013 y 2014. El total en el segundo trimestre de este año iban 78 obras comerciales, cuando en 2013 fueron 90.
No hay una explicación en el reporte del Banco Central sobre el por qué de estas contracciones en la inversión.
En particular con la vivienda de interés social, la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua responsabiliza el atraso en elevar el techo del valor de la casa subsidiada vía reforma a la Ley de Vivienda del enfriamiento en la demanda y por tanto de la inversión.
Y pese que ya el nuevo techo del costo de la casa subsidiada es de 32 mil dólares, Cadur recortó sus metas de venta a entre 3,000 y 3,500 casas nuevas, inferior a las 4 mil que hasta julio de 2014 tenían proyectadas edificar.
Impacta el PIB
Pero los problemas en la inversión privada tienen un gran impacto. Estimaciones de Acevedo indican que desde 2006 al 2013 se registra una contracción del 63.5% del gasto de inversión bruta fija privada. Y dentro de este, nuestra simulación indica que el 51.4% en la caída estaría explicada por la caída en la construcción residencial.
Resulta alarmante, dice, la tendencia al derrumbe de la generación de nuevas capacidades productivas, ya sea destinadas al consumo inmediato por parte de los hogares de los servicios de nuevas viviendas, como a la generación de nuevas capacidades de producción de bienes y servicios destinados al mercado.
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