La capacidad de los servicios de inteligencia estadounidenses de saber qué ocurre en Oriente Medio vuelve a estar en entredicho después de que el presidente Barack Obama admitiera que el fortalecimiento del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria les tomó por sorpresa.
La Casa Blanca rechazó ayer que Obama quisiera culpar a los servicios de inteligencia después de que indicara en una entrevista con 60 Minutes en CBS emitida el domingo que subestimaron la amenaza que suponía el EI y sobrevaloraron la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, aseguró que Obama confía en los profesionales que le informan sobre lo que sucede en el terreno y su consejo y la información de inteligencia ha sido fundamental para el éxito que han tenido hasta ahora combatiendo la amenaza del EI.
El veterano republicano John McCain, dijo estar desconcertado por las declaraciones de Obama, puesto que en distintas audiencias en el Congreso durante más de un año se había advertido del peligro de la expansión del EI en Siria.
La inteligencia es algo muy difícil. Es más un arte que una ciencia, dijo el secretario de prensa del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, en una entrevista en MSNBC y aseguró que es algo que se va construyendo con el tiempo, pero nunca es una imagen perfecta.
Indicó que desde el Pentágono han estado vigilando el desarrollo de este grupo desde hace tiempo y preguntado sobre si avisaron a la Casa Blanca y esta no escuchó sus advertencias señaló que todo el mundo era consciente de su crecimiento y desarrollo.
Lo que nos sorprendió, sin duda, desde una perspectiva militar fue la rapidez con que se desplazaron hacia Mosul durante el verano, la rapidez con la que se hizo el avance hacia el norte, así como la forma en la que cuatro o cinco divisiones iraquíes se esfumaron.
El Pentágono sabía que las fuerzas de seguridad iraquíes no mantenían las mismas capacidades que cuando nos fuimos en 2011, reconoció. Pero lo que les desconcertó fue la rapidez con la que algunas de esas divisiones simplemente se fueron y entregaron sus armas al EI.
Altos funcionarios y militares, que hablaron bajo anonimato con el Washington Post, indicaron en agosto que la capacidad estadounidense estaba limitada por lagunas de inteligencia en Siria. Las agencias de inteligencia han expandido sus esfuerzos para recabar información en este país, en una guerra civil desde 2011 y a cuyo Gobierno se opone EE. UU.
El diario apunta que la CIA amplía su red de informantes en Siria con el reclutamiento de rebeldes de la oposición a los que ha entrenado desde 2012 en Jordania, según las mismas fuentes. Además, señalan que las capacidades de la CIA se vieron mermadas tras el cierre de la embajada de EE. UU. en Damasco en 2012.
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