El Instituto Elvis Díaz Romero tiene un nuevo rostro. Las paredes de sus aulas de clases ya están pintadas en azul y blanco y el portón principal, hasta donde se permitió llegar al equipo de LA PRENSA, parece el inicio de una fortaleza que a partir del próximo año albergará a más de tres mil estudiantes, según las proyecciones de matrícula.
El instituto “fantasma” dejó de ser “colegio destartalado” del barrio El Riguero, en Managua. Así le decían algunos de los cuatrocientos estudiantes que desde hace cuatro años esperaban la reconstrucción de su escuela.
El nuevo colegio tiene 32 aulas de clases, un auditorio, tres laboratorios de Física, Química e Informática, cuatro oficinas administrativas, dos canchas y una amplia plaza cívica. También tiene un parqueo.
De acuerdo con los operarios que trabajan en la construcción de este centro de estudios, el Elvis estará listo en un mes, pero después el Mined iniciará el traslado de pupitres, pizarras y demás muebles escolares.
Las puertas del instituto se abrirán oficialmente en enero próximo, cuando se inicie el período de matrículas para el año escolar 2015.
Este año, apenas cuatrocientos estudiantes de secundaria se inscribieron en el centro, que en los ochenta y principio de los noventa atendía a más de 2,500 estudiantes, de acuerdo con el director Jacinto Cárdenas.
TENÍA UNA MATRÍCULA DE 400 ALUMNOS
Para iniciar este año escolar, Cárdenas ofreció cuatrocientos cupos porque solo nueve aulas de clases estaban aptas para recibir a los escolares. El resto, admitió el director, representaba un peligro porque la infraestructura estaba destruida.
La reparación de este instituto se pospuso desde 2011. Ese año, las autoridades educativas prometieron reconstruir el centro, pero debido a los recortes presupuestarios la reparación se pospuso en tres ocasiones.
Este año, de acuerdo con el presupuesto asignado al Mined, se destinaron 30,236,971 córdobas para convertir al Elvis Díaz Romero en un “centro tecnológico que será de referencia educativa nacional”, de acuerdo con los planes de las autoridades educativas.
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