Cuando amamos a una persona, sea cual fuere el tipo de amor que nos une, nos atrae la idea de compartir el mayor tiempo posible con ella y pensar en la exclusividad que nos otorga en su vida.
Sin embargo, excedernos en querer abarcar todo el tiempo de esa persona y pretender convertirnos en el centro de atención en su vida puede llevarnos a manifestar uno de los sentimientos naturales del ser humano: celos.
De acuerdo con la psicóloga Natalia Salgado se trata de un sentimiento de amenaza o posible pérdida de las ventajas de la relación con una persona. Este sentimiento puede ser real o imaginario, y la amenaza puede interpretarse como una tercera persona (en el caso de la relación de pareja), o bien una circunstancia.
La persona o el objeto amoroso por el que desarrollamos celos puede ser, por lo general, la pareja, o bien nuestra familia o amigos.
“Es un sentimiento natural derivado de la relación amorosa. Cuando nos sentimos bien con una relación y esta se ve amenazada, este sentimiento indica que la relación que está en peligro es de gran importancia para nuestra salud emocional”, afirma Salgado.
Si bien se trata de un sentimiento natural que todos en algún momento experimentamos, Salgado explica que el cuidado que debemos tener es cuando la respuesta conductual a ese sentimiento es mayor a la circunstancia que lo provoca.
“Por ejemplo, si un niño suele tener un ataque de llanto cada vez que su madre carga a su hermano bebé es algo que debe alertarnos”.
Sentir celos no es completamente malo, simplemente es una respuesta ante la posible pérdida del cariño o la relación que tenemos con una persona. Cuando estos llegan a perjudicar nuestro bienestar e invaden el espacio personal de la otra persona es cuando se convierte en un problema.
La psicóloga explica que cuando se tiene una relación de pareja donde se ha acordado exclusividad y fidelidad y esa persona te indica que va a salir con alguien, lo esperable es que preguntes sin reclamar quién es la persona, cuál es el objetivo de la salida o si van solos o acompañados.
“Es una manera de asegurar que todo está conforme lo acordado y esperado por ambas partes. Si por el contrario, al enterarte de esto vas detrás de tu pareja a escondidas, lo sigues sin que se entere, revisas su celular para verificar si el lugar que te dijo es verdad y hueles su ropa cuando regresa a casa, son alertas de que algo contigo no está bien”, alerta la especialista.
Celos y autoestima
Cuando los celos nos llevan a realizar acciones extremas que perjudican nuestra relación con la otra persona puede tratarse del reflejo de un problema personal.
“Lo primero que debes sospechar es que tienes una baja autoestima y, por eso, ante la mínima amenaza (que puede ser imaginaria, según tus conclusiones) te sientes inseguro y necesitas confirmar tus sospechas para darte seguridad, aunque lo que supones que vas a descubrir sea algo intensamente doloroso”, sostiene Salgado.
¿Por qué sentimos celos?
De acuerdo con la psicóloga, durante nuestra formación como persona existen aspectos que pueden influir en el desarrollo de este tipo de comportamientos.
“Si durante nuestros primeros seis años de vida, tiempo en que se forma nuestra personalidad, nuestros padres no suelen atender nuestras necesidades básicas y emocionales, vamos creciendo con ese sentimiento permanente de minusvalía emocional, es decir, ‘si mis padres no me amaban lo suficiente, será difícil que alguien más me ame’. Estas personas permanentemente sienten que los demás no hacen lo suficiente para demostrarles su amor”, explica Salgado.
Haber vivido una situación de infidelidad anteriormente también influye para que seas más desconfiado con las futuras relaciones y, por lo tanto, manifiestes celos con más facilidad y quizás a mayor escala.
“Si creciste al lado de una persona celosa, aprenderás a mostrar tus sentimientos de inseguridad por medio de esas muestras excesivas de desconfianza”.
Percepción
Como seres humanos, tanto hombres como mujeres por igual podemos experimentar celos hacia la persona amada. La diferencia —explica la especialista—, radica en el motivo que despierta este sentimiento en ambos sexos.
“En el caso del hombre, los celos se relacionan principalmente a situaciones de índole sexual. Para ellos, en su mayoría, es intolerable que otro hombre vaya a tener relaciones sexuales con su pareja si es exclusiva la relación. En cambio, para las mujeres está más relacionado con temas de intimidad emocional: si la pareja pasa mucho tiempo con sus amigos y esto resta tiempo para pasar con sus hijos, o bien si un exnovio lleva a su nueva novia a presentarla a su casa y a ti no te llevó. La parte sexual importa, pero también los afectos”, destaca Salgado.
También en la amistad
Aunque no lo parezca, en una relación de amigos cercanos también podemos experimentar celos.
Según la especialista, en una amistad los celos son genuinos, y en este caso la principal amenaza que nos hace manifestarlo es el temor a que el tiempo compartido se vea afectado por una tercera persona, o bien por una actividad que nuestro amigo realice en la que nosotros no participemos.
Las consecuencias que pueden provocar los celos varían según cada situación. De forma general, pueden influir en la formación de la personalidad de quien siente celos, y en casos más graves, incurrir a los delitos pasionales basados en una sospecha real o imaginaria relacionada con la pareja actual o la anterior.
Ver en la versión impresa las paginas: 6