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Gala cultural patriótica en TNRD

En un país donde los símbolos partidarios se confunden diariamente con lo nacional y a veces hasta los opacan, es difícil imaginar en las Fiestas Patrias un acto oficial, aunque sea de índole cultural, sin el elemento político partidario, desnaturalizándolo.

En un país donde los símbolos partidarios se confunden diariamente con lo nacional y a veces hasta los opacan, es difícil imaginar en las Fiestas Patrias un acto oficial, aunque sea de índole cultural, sin el elemento político partidario, desnaturalizándolo.

Pero para mi grata sorpresa, ocurrió el pasado 15 de septiembre durante la “Gala Cultural” patriótica organizada y patrocinada por la Junta Directiva de la Asamblea Nacional (AN) y la Dirección del Teatro Nacional Rubén Darío (TNRD), que por primera vez se presentó en el marco del 193 aniversario de la independencia de Nicaragua y Centroamérica y el 158 aniversario de la Batalla de San Jacinto.

Vale la pena destacar este hecho, porque además del espectáculo que fue extraordinario, ello marca una pauta sobre cómo se deben celebrar las Fiestas Patrias, enarbolando únicamente aquello que nos une: nuestra bandera azul y blanco, la música representativa de cada país y el folclor, nuestras raíces culturales, dejando a un lado, arriando, al menos durante los días patrios, todas las banderas partidarias.

Muy diferente y marcado contraste con la visión de estas celebraciones o mejor dicho la distorsión, que le ha dado el ejecutivo, que para no recibir una pizca de sol realiza todos los actos, inclusive el tradicional desfile de los estudiantes el 14 de septiembre, por la tarde y ya entrada la noche, con abundancia de banderas del partido en el poder, el FSLN, que al menos durante ese día, deberían ser guardadas.

Igual ocurrió durante los actos de celebración del aniversario del Ejército de Nicaragua y la Policía Nacional, no importa si su origen es sandinista, pero se deben a todo el pueblo nicaragüense y por tanto en actos así formales debería de prevalecer únicamente la bandera nacional y no intercalarla, o aparearla, con la del FSLN.

En el programa cultural de la Gala Patriótica en el Teatro Nacional Rubén Darío vimos ondear en la pantalla gigante, una a una, las banderas de los países centroamericanos mientras la orquesta Camerata Bach, la Orquesta Sinfónica Juvenil Rubén Darío y los cantores Guillermo Baldelomar, Osman Delgado, Lenín Triana y Marvin Valdivia, bajo la dirección musical de los maestros Ramón Rodríguez y César Bermúdez, interpretaban magistralmente una melodía representativa de cada país, a medida que las banderas daban paso a espectaculares paisajes de los países hermanos y sus gentes.

El programa y su música tocó las fibras más profundas de nuestro acervo cultural y todos en el teatro y palmas, entonamos las alegres notas de Viva León, del célebre compositor Tino López Guerra y Nicaragua mía del mismo compositor; Nicaragua, Nicaragüita, de Carlos Mejía Godoy. También admiramos al elenco del Ballet Macehuatl interpretar la emblemática La mora limpia de Justo Santos y El solar de Monimbó, de Camilo Zapata.

Cientos de jóvenes sonrientes, representativos de la raza nicaragüense salieron en la presentación del vídeo ondeando con sus brazos la bandera azul y blanco de la patria, mientras transcurría la canción Nicaragua mía y un lleno total la cantaba con genuina emoción. La orquesta, compuesta por 45 músicos de todo el territorio nacional, la mayoría muy jóvenes, nos deleitó con melodías que evocan nuestras raíces culturales e históricas.

Antes del inicio del acto, la AN representada por su presidente, el ingeniero René Núñez Téllez y el director del Teatro Nacional, Ramón Rodríguez, reconocieron el aporte al desarrollo cultural de Nicaragua de parte de tres destacados artistas nicaragüenses, que con su trabajo tesonero han enaltecido los valores patrios y la identidad nacional y cultural de Nicaragua.

Ellos son: los maestros y maestras Irene López, Heriberto Mercado y Ronald Abud Vivas, fieles exponentes de ese sentido patriótico, que son enaltecidos a través del magisterio de la danza y la representación folclórica, que recoge las tradiciones más arraigadas de una cultura viva y popular.

Así se deben celebrar los días patrios: tan exitosa fue la Gala Cultural Patriótica, que ha quedado instituida para los años venideros. Ojalá que su ejemplo sea emulado por todos los poderes del Estado.

El autor es diputado de la Bancada del PLI

Columna del día Gala cultural Pedro J. Chamorro B. archivo

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COMENTARIOS

  1. roberto
    Hace 10 años

    Cuando el gobierno el cual deberia de ser representado exclusivamente por los colores patrios de nuestro bandera, es convertido en un autentico gobierno/partido como ocurre en nuestro querido paisito, no es nada raro, ni deberia de asombrarnos que en todas las celebrebaciones gubernamentales, la presencia de las banderas del partido siempre exceden en numero a los colores patrios de nuesta bandera, y que el gorro frigido de nuestra patria haya sido transformado en un gorro sicodelico. cosas del siglo XXI

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