Los 33 niños y adolescentes que laboraban con sus familiares en el basurero de Nandaime, en busca del pan de cada día, optaron por dejar el rastrillo a cambio de lápices y cuadernos. Asisten a la escuela San Martín, de la comarca Las Breñas y otros a la escuela Vilma Rosa Marenco, de la comunidad Monte Grande Oriental.
Los chavalos tienen entre 6 y 18 años, se han ubicado en la modalidad de preescolar, educación primaria y secundaria con ayuda de la ONG, Children Wellness Fund, encargada del proyecto de erradicación del trabajo infantil en Granada.
Al inicio los beneficiarios pusieron resistencia para dejar su trabajo porque era la única fuente de ingresos para sobrevivir, según los encargados del proyecto.
Ahora reciben útiles escolares, mochilas, zapatos y uniformes, además de un paquete alimenticio al mes para compensar la falta de ingresos que dejaron de percibir al retirarse del basurero.
Grey Dávila, encargada de trabajo de campo, dijo que tanto los niños del basurero La Joya de Granada, como los del basurero de Nandaime han experimentado cambios muy significativos.
Hay muchos de ellos que antes tenían un nivel escolar muy bajo y ahora tenemos a nueve destacados como mejores alumnos en estas Fiestas Patrias recientes, señaló Dávila. Agregó que incluso este cambio se ha palpado en las madres, quienes antes eran menos receptivas. Hoy en día con dos meses de capacitación sobre la importancia de que sus hijos asistan a clase, sus derechos y deberes, hemos visto que tienen mayor conciencia al cambio de vida.
Ver en la versión impresa las páginas: 8 A