El caso de abuso más reciente que recuerda Lorna Norori, del Movimiento Contra el Abuso Sexual (MCAS), ocurrió en la Isla de Ometepe, donde el director de tres colegios abusó de una estudiante de 12 años.
Se trata de un hombre muy reconocido en la isla que abusó de la menor y producto de ello, la niña resultó embarazada.
Lo peor fue que la comunidad educativa de la isla solicitó y logró recaudar firmas en apoyo al director, por considerarlo a este un ciudadano respetable y responsabilizaban a la niña, pues “se le metía al director”, denunció Norori. En este caso, el hombre fue apresado y declarado culpable por los tribunales.
Varias organizaciones entre ellas el MCAS, Foro Eduquemos y Fe y Alegría, entre otros, organizaron un encuentro con directores de colegios de Managua para abordar el tema del abuso sexual en los colegios.
Según el doctor Ernesto Medina, presidente del Foro Eduquemos, se trata de un desbalance en las relaciones, donde el que tiene el poder “lo utiliza para abusar y avasallar”, en este caso a los estudiantes, que están en posición de desventaja. “Creemos que el problema es mayor de lo que conocemos”, dice Medina.
Hasta ahora el problema del abuso sexual es un tema que pocos se atreven a hablar. Al tiempo que nadie conoce datos estadísticos, apuntó Norori, quien propuso la creación de protocolos de actuación en los colegios, que permita entre otras cosas poder captar el personal docente.
A criterio de Norori, la ignorancia que hay sobre el tema genera temor y esto hace que cuando ocurren estos casos la dirección de los centros adopte medidas inadecuadas para atender el problema.
El problema en la escuela “es grave”, pues allí se concentran los niños que viven esta situación en la escuela o lo sufren en la casa, lo que repercute en el desarrollo de los niños y adolescentes.
Los maestros deben poner atención a los cambios de comportamiento de los estudiantes, aconsejó Norori, quien explicó que cuando un niño o una niña sufre esta situación baja su rendimiento escolar, se aísla del resto, se retrae y muchas veces presenta excesos sexuales, son entre otras características que hay que tomar en cuenta.
Recordó que en la comunidad educativa hay muchos miembros que tienen acceso a los niños, con los cuales hay que tener mucho cuidado, pueden ser los profesores, el instructor de educación física, de natación, jardinero o cuidador. Y hasta los mismos padres que pueden abusar a compañeritos de clase de sus hijos.
TENEMOS QUE CREER A LOS MUCHACHOS
Silvio Gutiérrez, de Fe y Alegría, indicó que “la magnitud del problema no la conocemos a profundidad y hay (abusos) porque hay voces. Nosotros tenemos que creerle a los muchachos y a las muchachas”.
Gutiérrez plantea que se realice una investigación interdisciplinaria a profundidad, que permita recavar evidencias para conocer esa “magnitud del abuso”, para luego prevenirlo.
Al tiempo que se pregunta Gutiérrez, de que si en todos los colegios hay consejerías y si los consejeros existentes tienen la capacidad para desempeñar ese papel.
La consejera escolar Yolanda Granados, con 30 años de experiencia en el campo educativo, considera que el abuso sexual se lleva a cabo muchas veces en el seno del hogar, incluso por los padres de los menores. Y muchas veces, señaló Granados, el niño le está diciendo a la madre: “Mire me está haciendo tal cosa y la madre no hace caso, la madre se va a trabajar y quizás el padrastro se queda en la casa abusando de las criaturas”.
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