Después de ver el documental Cerca del Cielo que trata sobre la vida y obra de la beata Sor María Romero Meneses, sentí muchos deseos de comentarlo, y por razones incomprensibles, que no me permite este espacio narrar, en tres ocasiones perdí el artículo ya terminado y listo para ser enviado. Así que si usted logra leerlo ahora, habrá sido el cuarto intento.
Este hermoso e informativo documental que se presentó en el mes de julio en el canal católico 51, y en los cines de Galerías, no solamente está muy bien hecho sino que es además inspirador; pues evidencia que existen personas en este mundo que hacen la diferencia; que realmente son elegidas de Dios para traer a la humanidad amor, paz, solidaridad, comprensión, caridad, y muchas virtudes que reparten entre sus congéneres. Sor María Romero, nicaragüense y centroamericana, con su entrega y su obra cambió y sigue cambiando los tristes destinos de miles de pobres en vidas nuevas, llenas de esperanza, prosperidad, educación, trabajo y salud.
De acuerdo con una anécdota descrita en el documental, desde niña Sor María Romero mostró su amor por los desposeídos al aceptar sin problema ser reprendida por regalarle a una niña pobre su vestido nuevo. Hizo maravillosas obras en Nicaragua, pero principalmente en Costa Rica, donde residió por 46 años. Providencialmente, los centros asistenciales que edificó Sor María Romero en Costa Rica, como la Casa de la Virgen, la Asociación de Ayuda al Necesitado, el Centro de Salud con especialidades de Oftalmología, Ginecología, Medicina General y Odontología, y el Centro Sor María Romero para Jóvenes Maltratadas, a quienes atienden mayoritariamente es a los inmigrantes nicaragüenses, que carecen de Seguro Social. Estos centros les proveen vivienda, salud y educación. En Nicaragua sus obras son: el Centro Educativo Sor María Romero, en el barrio San Judas de Managua, y en Granada, la Guardería Sor María Romero.
Cerca del Cielo es el fruto de tres nicaragüenses: José Alejandro Aróstegui Gordillo, director, Róger Mántica, productor, y la escritora Mercedes Gordillo, productora ejecutiva. A través de una serie de entrevistas a diversas personalidades, tanto de Costa Rica como de Nicaragua, entre estas expresidentes de la República de ambos países, religiosos, intelectuales, empresarios, y fieles católicos; se puede esbozar la personalidad afable, optimista y firme de Sor María Romero; de quien se dice era caprichosa y no cejaba en insistir y tocar todas las puertas necesarias, hasta lograr sus metas. Algunos comentan sobre el misticismo que la rodeaba cuando estaba en oración. Otros dicen que conversaba con Dios, porque el éxtasis observado en su rostro hacía concluir que, efectivamente, veía al Señor.
Monseñor Ángel Casimiro, obispo de Alajuela, recordaba que Dios es el santo por excelencia y que la meta a la cual están llamados todos los bautizados es a la santidad. Y que por lo tanto, Sor María Romero no hacía ninguna cosa extraordinaria, sino que hacía extraordinariamente bien, lo normal de la vida, que debe hacer una buena cristiana. Agrega que la fe y el amor a Dios tienen que ser traducidos en obras concretas de amor a los pobres.
Creo que a través del legado de Sor María Romero Dios llama al pueblo nicaragüense y costarricense a ser fraternos, a buscar la paz, a ignorar a aquellos gobernantes que por intereses mezquinos pretenden crear diferencias entre estos pueblos hermanos.
De corazón le pido a Sor María Romero que interceda por Nicaragua, para que ocurra el milagro de ser gobernados, en un futuro cercano, por una persona verdaderamente cristiana, que traiga prosperidad, educación, salud y paz al pueblo nicaragüense, para que los pobres ya no tengan que abandonar su patria y dejar atrás a sus familias.
La autora es psicóloga
Ver en la versión impresa las páginas: 11 A