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Melodías de la gran pantalla

La música para el cine alcanzó su auge con las partituras de Sergei Prokófiev para los filmes soviéticos de Sergei Eisenstein, Alejandro Nevski (1938) e Iván el terrible (1944); y las del austriaco Erich W. Korngold para películas de acción estadounidenses ( Las aventura de Robin Hood , 1938).

 

La música para el cine alcanzó su auge con las partituras de Sergei Prokófiev para los filmes soviéticos de Sergei Eisenstein, Alejandro Nevski (1938) e Iván el terrible (1944); y las del austriaco Erich W. Korngold para películas de acción estadounidenses ( Las aventura de Robin Hood , 1938).

[doap_box title=”DESDE FRANCIA CON AMOR” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Sin olvidar la melancólica trompeta de Miles Davis en Ascensor para el cadalso (1958) de Louis Malle (con Jeanne Moreau), Georges Delerue fue el principal compositor de la Nueva Ola francesa (la música de Jules et Jim de Truffaut es su obra maestra).

A Michel Legrand debemos las composiciones de un filme totalmente cantado, Los paraguas de Cherburgo (1964) de Jacques Demy, en el que Catherine Deneuve y Nino Castelnuovo (doblados por Danielle Licari y José Bartel) cantan Je ne pourrais jamais vivre sans toi.

Francis Lai marcó una época con el tema de Un hombre y una mujer (1966) de Claude Lelouch (con Anouk Aimée y Jean Louis Trintignant).

[/doap_box][doap_box title=”CANCIÓN PARA RECORDAR” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]La canción más célebre surgida de un filme estadounidense es Sobre el arco iris (1940) de Harold Arlen y E.Y. Harburg, cantada por Judy Garland en El mago de Oz (1939). La última canción memorable de la etapa romántica de Hollywood fue Mi corazón seguirá latiendo de James Horner y Will Jennings, interpretada por la canadiense Celine Dion en Titanic (1997) de James Cameron (con Kate Winslet y Leonardo DiCaprio).[/doap_box]

En el Reino Unido, Richard Addinsel compuso el Concierto de Varsovia para El escuadrón suicida (1941) y el vienés Antón Karas marcó El tercer hombre (1949) de Carol Reed, con su tema de Harry Lime (Orson Welles), interpretado en cítara.

En la época clásica de Hollywood sobresalió el húngaro Max Steiner, autor del tema de Tara para la producción de David O. Selznick, Lo que el viento se llevó (1939). Elmer Bernstein compuso la imponente música de Los diez mandamientos (1956) de Cecil B. DeMille; y Leonard Bernstein afianzó la influencia del jazz en el cine con su partitura para Nido de ratas (1954) de Elia Kazan (con Marlon Brando).

Rock Around the Clock (de James Myers y Max Freedman), interpretada por Bill Haley y sus cometas en Semilla de maldad (1955) de Richard Brooks, dio inicio al predominio de la música rock/pop en el cine.

Cierran el ciclo de grandes compositores de Hollywood, el inglés John Barry ( Desde Rusia con amor , Goldfinger , Nacida libre, África mía ); y el neoyorquino John Williams ( La guerra de las galaxias, Superman ), compositor favorito de Spielberg ( Tiburón, Amistad ) y autor de la música de las tres primeras películas de Harry Potter .

TRAGEDIAS GRIEGAS

Dos melodías griegas recorrieron el mundo: La canción Los niños del Pireo de Manos Hadjidakis para Nunca en domingo (1960) de Jules Dassin (interpretada por Melina Mercouri); y la danza sirtaki de Mikis Theodorakis, que Anthony Quinn y Alan Bates bailan en Zorba el griego (1964) de Michael Cacoyannis.

CADA DIRECTOR CON SU COMPOSITOR

Hay compositores cuyas melodías se vuelve elemento constitutivo del cine de un realizador: Nino Rota ( La dolce vita , Amarcord de Federico Fellini), Bernard Herrmann ( Vértigo, Psicosis de Hitchcock), Ravi Shankar ( La trilogía de Apú de Satyajit Ray), Maurice Jarre ( Lawrence de Arabia, Dr. Zhivago de David Lean) o Zbigniew Preisner ( Trilogía tres colores: azul, blanco y rojo de Krzysztof Kieslowski).

Y es imposible hablar de los spaghetti westerns de Sergio Leone (con Clint Eastwood) y no silbar las melodías de Ennio Morricone.

INTERLUDIO HISPANOAMERICANO

El cine mexicano tuvo al maestro Manuel Esperón autor de Amorcito corazón (letra de Pedro de Urdimalas) para Nosotros los pobres (1948) de Ismael Rodríguez (con Pedro Infante y Blanca Estela Pavón).

El laureado filme Orfeo Negro (1959) de Marcel Camus, rodado en Río de Janeiro, incluye las canciones A Felicidade, de Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes; Samba de Orfeo y el bossa nova Mañana de Carnaval de Luiz Bonfá (letra de Antonio María).

El cubano Leo Brouwer es autor de las partituras de Lucía (1968) de Humberto Solás; Alcino y el cóndor (1983) de Miguel Littín (rodada en Nicaragua) y Como agua para chocolate (1992) del mexicano Alfonso Arau. Randall Watson (oriundo de Bluefields) hizo la música (mezcla de jazz y ritmos caribeños) para El espectro de la guerra (1989) del nicaragüense Ramiro Lacayo Deshon.

Tangos, el exilio de Gardel (1985), contiene la canción Tango de papel compuesta por el realizador del filme, el argentino Fernando E. Solanas (interpretada por Roberto Goyeneche y Gabriela Toscano), himno a la libertad individual (“Un país donde valga tu opinión, aunque seas un ratón”) que contrasta con el maximalismo tercermundista de su mítico documental, La hora de los hornos .

INSTRUMENTALES CONVERTIDOS EN CANCIONES

El tema (instrumental) de Terry , compuesto por Charles Chaplin para su película Candilejas (1952), fue popularizado posteriormente como canción bajo el título de Eternally (letra de Geoffrey Parsons y John Turner; versión en español del veracruzano Mario Molina Montes).

Dick Haymes (nacido en Argentina) llevó a los primeros lugares del hit parade la canción Laura (con letra de Johnny Mercer), basada en el tema instrumental compuesto por David Raksin para la película del mismo nombre, dirigida por Otto Preminger en 1944; y la música de la canción Ruby (letra de Mitchell Parish), inmortalizada por Ray Charles, es el tema rector de Ruby Gentry (1952) de King Vidor, compuesto por Heinz Roemheld.

Modelle in Blu , composición instrumental de Riz Ortolani y Nino Oliverio para Mondo Cane (1962), fue lanzada como canción con letra de Marcello Ciorciolini ( Ti guardero nel cuore , cantada por Katyna Ranieri); y en inglés, con letra de Norman Newell (y el título de More/Más, popularizada por Bobby Darin).

El tema de amor de Nuovo Cinema Paradiso (1988; Italia) de Giuseppe Tornatore, compuesto por Andrea Morricone, es la base de la canción Profumo di limone , interpretada por la neozelandesa Hayley Westenra (con letra de Ennio Morricone, padre de Andrea y autor del tema principal del mismo filme).

MÚSICA DE CINE PROVENIENTE DE OTROS MEDIOS

Hay canciones para otros medios que técnicamente no se consideran música de cine, como las de las películas basadas en musicales de Broadway ( Amor sin barreras, La novicia rebelde ) y las de compositores célebres como Cole Porter, George Gershwin, Agustín Lara (Pedro Vargas canta Aventurera en la película del mismo nombre dirigida en 1949 por Alberto Gout; con Ninón Sevilla), Maria Grever (autora de Te quiero dijiste que el colombiano Carlos Ramírez canta a Esther Williams en Escuela de sirenas ), Charles Trenet y tantos otros, utilizadas en diferentes películas (algunas compuestas para el cine).

A esta categoría pertenecen As Time Goes Bye , de Herman Hupfeld (identificada con Dooley Wilson en Casablanca ), y Senza Fine de Gino Paol (interpretada por Connie Francis en El vuelo del fénix ).

Le long de la Seine de Georges Auric y Jacques Larue, fue cantada (con letra en inglés de Paul Dehn) por Zsa Zsa Gabor (doblada por Muriel Smith) en Moulin Rouge (1952) de John Huston; y popularizada después por la orquesta de Percy Faith (con nueva letra de William Engvick y vocalización de Felicia Sanders). En dicho filme, el puertorriqueño José Ferrer fue Toulouse-Lautrec y Muriel Smith aparece como la bailarina afrodescendiente que pelea con la Goulue.

LA MÚSICA CLÁSICA EN EL CINE

Con respecto al uso de la música clásica en el cine, vienen a la mente la fanfarria inicial del poema sinfónico Así habló Zarathustra de Richard Strauss en 2001: Odisea del espacio (1968) de Stanley Kubrick; el adagietto de la sinfonía número 5 de Mahler en Muerte en Venecia (1971) de Visconti; y La cabalgata de las Valquirias de Wagner, que se escucha cuando helicópteros de EE. UU. bombardean un poblado vietnamita en Apocalipsis ya (1979; EE. UU.) de Coppola.

Walt Disney incluyó en su producción de dibujos animados Fantasía (1940) la Pastoral de Beethoven, que también escuchamos en la secuencia de la muerte de Edward G. Robinson en Cuando el destino nos alcance (1973).

Y grandes directores han usado el célebre preludio de Tristán e Isolda de Wagner para realzar la acción dramática de sus películas: Buñuel en El perro andaluz (1929); Jean Negulesco en De amor también se muere (1942); Chabrol en Los primos (1959); Paul Mazursky en Blume enamorado (1973) y Lars von Trier en Melancolía (2011), interpretado por la Filarmónica de Praga.

Ver en la versión impresa las páginas: 6 B

Cultura cine Robin Hood Sergei Eisenstein Tara archivo

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