La producción nicaragüense que opera bajo el régimen especial de zona franca ha posicionado arneses automotrices con alta calidad, situándose en el mapa del mundo como potencial mano de obra.
Otro aspecto influyente en el desarrollo de esta industria es la proximidad de Nicaragua con respecto a Norteamérica, a tan solo dos horas y media de vuelo de las principales ciudades de Estados Unidos.
[/doap_box][doap_box title=”Multiplican empleos” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Las dos empresas que operan en Nicaragua, Yazaki y Draexlmaier, han creado unos 14,900 empleos, siendo Yazaki por sí solo el más grande empleador, informa ProNicaragua. Al cierre de 2013, las exportaciones por parte de la industria de partes automotrices de Nicaragua representaron el 24 por ciento de las ventas al exterior bajo el régimen especial de zona franca y el 12.3 por ciento de las exportaciones totales.[/doap_box]
Desde 2002 la producción y exportación de arneses en Nicaragua ha crecido notablemente, pasando de 2.7 millones de dólares hasta los 574 millones, indican datos proporcionados por la Comisión Nacional de Zonas Francas (CNZF).
Este considerable crecimiento es para Juan Carlos Amador, director ejecutivo de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), un aspecto muy positivo ya que dinamiza la economía del país, el empleo y la inversión.
”Históricamente en Nicaragua solo producíamos y exportábamos (bajo régimen de zona franca) textiles, pero podría asegurar que cerca del 70 por ciento de esas ventas las lideran las textileras y el restante corresponde a productos varios”, manifestó Amador.
Amador cree que es una forma para que los empresarios valoren las oportunidades que hay más allá de la industria de confección, que actualmente no tiene un horizonte tan claro por el vencimiento del nivel de preferencia arancelaria TPL (por su sigla en inglés).
Para la Agencia de Promoción de Inversiones ProNicaragua esto es una oportunidad que para las empresas puede servir para reformular sus cadenas de suministro y a su vez encontrar soluciones más eficientes y a bajo costo, tomando en cuenta que no solo en el país ha crecido la producción, sino a nivel mundial.
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Si algo recuerda Amador es que en los inicios se puso en duda la capacidad de la mano de obra nicaragüense sobre si se cumpliría o no con los estándares requeridos para fabricar estas piezas automotrices, y que años después valora, las cifras pueden hablar por sí solas.
En este mismo sentido, Pro Nicaragua manifiesta que el país logró demostrarle al mundo y a los inversionistas que hay una estructura de costos competitiva, fuerza laboral calificada y proximidad geográfica a mercados importantes.
Tanto Amador como ProNicaragua reconocen que la ubicación detona el potencial del país para ubicarse en el mapa mundi y ser más competitivo debido a la cercanía con los países compradores, como Estados Unidos.
LAS EMPRESAS
En Nicaragua operan dos empresas de capital extranjero que producen arneses automotrices: Yazaki, de origen japonés, y la alemana Draexlmaier.
Para la instalación de 4 plantas de arneses y una de cables en el occidente del país, Yazaki invirtió 50 millones de dólares. Ellos venden sus productos a marcas como: Ford, Chrysler y GMC.
Mientras que Draexlmaier, que se ubicó en Nindirí, Masaya, la inversión fue de más de 10 millones de dólares en su primera etapa y generó aproximadamente mil empleos. Actualmente se encuentra expandiendo operaciones y duplicando su fuerza laboral, por lo que llegará a generar hasta dos mil empleos cuando esté operando a total capacidad.
Draexlmaier produce arneses para las marcas europeas BMW y Volkswagen.
LA PRENSA buscó ampliar información con Yazaki y Draexlmaier, pero no fue posible.
NICARAGUA, LA MÁS COMPETITIVA DE LA REGIÓN
Y además de que Nicaragua ha mostrado capacidad para producir estas piezas automotrices, ofrece costos de mano de obra más competitivos que el resto de países de la región.
Datos recabados por ProNicaragua muestran que en el país la paga por hora en el régimen de zona franca donde se ubica la producción de arneses es de 1.09 dólares, mientras que en El Salvador y Costa Rica es de 1.47 dólares y 4.18, respectivamente.
El sector empresarial confía en que la diversificación en los productos manufactureros bajo régimen especial pueden ser un importante motor para la economía del país.
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