Durante el proceso de tratamiento del cáncer de mama con quimioterapia o radioterapia la piel se expone a diversas sustancias y radiaciones que pueden provocar resequedad.
En esta etapa es importante tener mayor cuidado para evitar lesiones que puedan afectar la dermis.
De acuerdo con la doctora Tania Aráuz Tinoco, dermatóloga de la clínica Piel de Ángel, es importante atender el cuido de la piel antes, durante y después de los diversos tratamientos que se requieren para tratar esta enfermedad.
“Uno de los signos cutáneos más frecuente es la xerosis o resequedad de la piel. Esta alteración puede darse por la enfermedad misma o por los diversos tratamientos que pueden provocar deshidratación de la piel, por lo que se observa reseca, con pérdida de brillo, pérdida de elasticidad, con ligera a severa descamación y, en algunas ocasiones, puede originar grietas y fisuras (heridas) en la piel”, explica la dermatóloga.
Para evitar cualquier riesgo de irritación o infección de la piel, la especialista recomienda continuar con la higiene diaria: el baño, mantener la piel limpia, no frotarla, utilizar un jabón neutro, ingerir mucho líquido y, sobre todo, utilizar cremas hidratantes.
El objetivo principal de un cosmético hidratante, dice la doctora Aráuz, es mantener y aumentar el nivel hídrico superficial. Las cremas hidratantes deben mantener o restituir la homeostasis de la piel y retrasar el envejecimiento cutáneo.
La dermatóloga Aráuz recomienda utilizar productos que contengan:
*Sustancias emolientes lipídicas que retienen el agua de la piel, por ejemplo, que contengan urea a bajas concentraciones y aceite de rosa mosqueta.
*Humectantes que ayudan pasivamente a retener o absorber el agua en las capas superficiales.
*Sustancias hidratantes que aumentan activamente la captación del agua de capas profundas de la dermis, como el ácido hialurónico, y las vitaminas A, C y E.
*Sustancias oclusivas restauradoras que forman una barrera que disminuye la evaporación del agua, como vaselinas y siliconas.
De igual manera recomienda no frotar demasiado la piel, utilizar protector solar con factor de protección solar (FPS 50), y evitar las horas de mayor intensidad de radiación solar.
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