El comercio, transporte y comunicación, las exportaciones, así como el consumo interno serán motores claves en el crecimiento del cuatro por ciento previsto para Nicaragua en 2015 y 2016, según estimaciones hechas ayer por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
Las previsiones son inferiores a las proyectadas por el Gobierno que espera crecimiento por encima del cuatro por ciento, tanto en este año como en los siguientes dos. Para 2014, el ejecutivo prevé 4.5 por ciento, pero Funides dice que será de cuatro por ciento. No ve condiciones para lograr el objetivo estatal.
El director ejecutivo de Funides, Juan Sebastián Chamorro, dice que la disparidad entre la meta del Gobierno y este organismo obedece al contexto internacional desfavorable para Nicaragua y la reducción en la inversión privada, esta última se ha acentuado este año. “Eso tendrá efectos sobre la economía en los próximos dos años”, puntualizó.
En su estudio, Funides cree que posiblemente la economía alcanzará una tasa de crecimiento de hasta el cinco por ciento, pero será hasta 2016.
LOS SECTORES EN CIFRA
En su tercer informe de coyuntura económica presentado ayer, Funides estima un crecimiento en las exportaciones de 11.2 por ciento en 2015 y en el siguiente año de 12.3 por ciento. En 2014 se prevé 7.2 por ciento.
En tanto, el comercio se expandirá en el 2015 un dos por ciento y en el siguiente año 5.6 por ciento. Para este año habrá una contracción de 0.5 por ciento, debido a los problemas climáticos, “que al afectar a la agricultura y los ingresos de los hogares han venido afectando el comercio”.
En el caso de transporte y comunicación, Funides cree que habrá un repunte de 7.5 por ciento el otro año y en el siguiente, ocho por ciento. En 2014 será de 6.2 por ciento.
Tras sobreponerse a los efectos del fenómeno de El Niño, la agricultura acelerará su crecimiento el próximo al repuntar 1.9 por ciento y 2.2 por ciento en 2016, tras terminar este año con una expansión de 1.7 por ciento.
Chamorro alerta de la posibilidad de que además de la siembra de primera, también la de postrera haya sido afectada por la sequía que azotó al país en el último trimestre pasado. Eso debido a que los productores redujeron áreas de siembra pensando que el invierno no se normalizaría.
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