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Problemas de peso, reumáticos, circulatorios, nerviosos son algunos de los padecimientos que intentar aliviar los visitantes del baño sauna de Tipitapa. LAPRENSA/ARCHIVO

El baño que sana

En chinelas, pantalones cortos y camisola negra ceñida, Marjorie Mendieta traspasa las cortinas plásticas, por donde se cuela un vapor espeso sulfuroso, y entra al cuarto del baño sauna en Tipitapa.

En chinelas, pantalones cortos y camisola negra ceñida, Marjorie Mendieta traspasa las cortinas plásticas, por donde se cuela un vapor espeso sulfuroso, y entra al cuarto del baño sauna en Tipitapa.

[doap_box title=”40″ box_color=”#336699″ class=”aside-box”]córdobas se paga por entrar a las aguas termales de Tipitapa, un balneario que bien podría promoverse como un destino turístico medicinal, ubicado a 20 minutos de Managua y abierto desde las cinco de la mañana.[/doap_box][doap_box title=”¿Volcán boca abajo?” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]A lo largo de la historia los pobladores han asociado el origen de estos hervideros con el diablo, pero también se relaciona con un volca´n que explotó boca abajo. En la franja del Pacífico, Ineter sitúa varios hervideros, entre ellos los de San Jacinto. En Tipitapa, estos botones de agua caliente han brotado hasta en los patios de algunas casas. Las autoridades de este centro turístico calculan que semanalmente llegan unos 300 visitantes. “Viene más gente sábado y domingo”, comenta uno de los vigilantes, sin embargo, los que llegan de lunes a viernes, más que por diversión, acuden a las aguas termales por razones medicinales. “A este lugar tal vez le falte un poco de mantenimiento, pero eso tiene que ver con el precio que es relativamente accesible”, comenta uno de los visitantes regulares.[/doap_box]

Hay dos bancas de madera alrededor de la pared y otra en el centro bañada por la luz natural, un poco tenue, que entra por el techo transparente.

En este cuarto, al fondo del balneario, el piso es un andamiaje de reglas de madera trenzadas y alzadas sobre un manantial de aguas calientes naturales. Es algo así como una olla de agua hirviente a más de 70 grados centígrados en la que se coloca encima un colador con verduras al vapor. En este caso, son personas que se someten al vapor para librarse de unos cuantos males acumulados en el cuerpo.

Sin embargo, cualquier contacto puede ser letal. Hace un par de años, la administración del centro fue cuestionada luego que varios de sus visitantes sufrieran graves quemaduras tras resbalarse en unas tablas quebradas. Uno de los casos fue el de la periodista Elsa Gómez, quien estuvo varias semanas hospitalizada a consecuencia de las quemaduras. Y en agosto del 2011, el médico Daniel Quiroz también resbaló y sufrió quemaduras en el 80 por ciento del cuerpo. Falleció a los pocos días del accidente.

Aunque la administración de entonces, negó el mal estado de la infraestructura y achacó los problemas a la poca disposición de los visitantes de atender las recomendaciones, a partir de entonces se han cambiado las tabladas del baño sauna.

No es un lugar para correr ni para saltar. Mendieta, trabajadora del área de compras de la Alcaldía de Tipitapa, entra en chinelas, cuidando sus pasos y se sienta en la banca que está cercana a la puerta.

Cruza las piernas. En la espesura del vapor se distingue la pintura rosada de las uñas de sus pies. A su lado está Nereyda Marcolfo, su amiga de sauna, también con las piernas cruzadas. “Nos sacás bonitas”, bromean ambas mujeres antes de que el calor les enjugue de sudor el rostro y el cuerpo.

Ambas mujeres llevan algunos meses viniendo aquí “por salud”, dicen.

“El vapor ayuda a los huesos y me relaja”, dice Mendieta. “Tengo un problema con la columna y sobrepeso”, explica Marcolfo, quien vive a unas cuadras de las Aguas Termales de Tipitapa, como oficialmente se llama este balneario situado a 20 minutos de Managua.

“Aquí viene gente de todas partes: Managua, Granada, Matagalpa, Masaya, de aquí mismo de Tipitapa”, comenta uno de los vigilantes.

Los visitantes llegan a distintas horas. Por las tardes, después de las tres, o en la madrugada. El local, que se compone del baño sauna y dos piscinas, se abre desde las cinco de la mañana.

Esta tarde de lunes, después de las tres, hay una media docena de personas, que vienen por distintos fines médicos. Hay unas gemelas que como Marcolfo quieren bajar de peso y mejorar su circulación, pero también un matrimonio y su cuñada que vienen desde Carretera a Masaya.

“Tratamos de venir cada vez que podemos”, dice Walter Pérez, un hombre cincuentón que acaba de salir del cuarto sauna y hace una pausa afuera antes de volver a entrar.

Pérez tiene una facha playera: va descalzo, en short y sin camisa, lo que deja ver su panza prominente. Dice que está intentando reducir la barriga en el sauna.

A consecuencia del sobrepeso, tiene problemas circulatorios. Alza una de las piernas, se señala el ojo del pie y dice que antes se le oscurecía toda esa zona del tobillo y le dolía, pero desde que ha estado viniendo al sauna ha mejorado. “Me limpia”, dice. También cree que le ha ayudado el jugo de marango.

Ineter recomienda permanecer un máximo de 10 minutos dentro del baño sauna. También se recomienda la hidratación permanente. LAPRENSA/G.FLORES
Ineter recomienda permanecer un máximo de 10 minutos dentro del baño sauna. También se recomienda la hidratación permanente. LAPRENSA/G.FLORES
NO MÁS DE 10 MINUTOS

El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) recomienda a los visitantes de este sauna no permanecer más de diez minutos dentro de la habitación.

Algunos se deshidratan tanto que salen antes de los seis minutos. Afuera hay una ducha para enjuagarse. Algunos se enjuagan allí, otros prefieren caminar hasta la piscina delantera que se encuentra cerca de la entrada, bajando las escaleras.

Los visitantes repiten tres o cinco veces las sesiones en el sauna. Entran, sudan, salen, se enjuagan, beben agua. Algunos como Walter Pérez comen banano porque dicen que “le ayuda a recuperar el potasio que uno pierde”, y luego vuelven a entrar.

El balneario, que en algún momento se ha considerado inseguro, asediado por pandillas, permanece cuidado por vigilantes armados.

“Es bastante seguro”, dice Marjourie Mendieta quien trata de venir a veces después del trabajo, de la Alcaldía, que está a pocas cuadras del balneario.

MASAJES DE CIEGOS

Uno de los atractivos del sauna es el servicio de masajes terapéuticos que ofrece una pareja de expertos ciegos que llega por las tardes. Aplican técnicas orientales como el Shiatsu, por presión en las áreas, y cobran 150 córdobas por sesión. Ninguno de los que ha venido esta tarde ha probado los masajes. Entre bromas algunos dicen que es “un gusto” pendiente.

Por ahora, a algunos les basta con relajar la musculatura del cuerpo que se suele tensar con las tareas cotidianas. Otros consideran que, después de esas temperaturas, mejoran su sistema circulatorio, incluso algunas dolencias en los huesos, o incluso mejorar la apariencia de su piel. Una de las bondades del sauna es que depura y limpia la piel. Eso lo saben algunas mujeres que incluso traen sal para exfoliarse o se aplican mascarillas naturales de aguacate o de avena con miel antes de entrar al sauna.

“Cuando llego a mi casa, caigo profunda”, comenta Marjorie Mendieta.

Mientras que Walter Pérez lamenta la distancia. “Quisiéramos venir todo el tiempo”, dice.

Los baños termales  de Tipitapa, a 20 minutos de la capital, son considerados medicinales por muchos de sus visitantes.  LA PRENSA/Amalia  Morales
Los baños termales de Tipitapa, a 20 minutos de la capital, son considerados medicinales por muchos de sus visitantes.
LA PRENSA/Amalia Morales

Reportajes reportaje Sauna Tipitapa archivo

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