El jueves de esta semana varios ciudadanos africanos que se movilizaban ilegalmente en el occidente de Nicaragua, tratando de seguir hacia el Norte hasta llegar a Estados Unidos, fueron detenidos por las autoridades y examinados clínicamente para prevenir un posible contagio de ébola.
Como es bien sabido, el ébola es una terrible enfermedad infectocontagiosa que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene una incidencia mortal de 50 a 90 por ciento. La epidemia que está en curso actualmente había matado hasta el jueves de esta semana a 4,447 personas de seis países africanos, según la misma OMS. De esta mortífera enfermedad viral originada en África ya se han infectado algunas personas en Europa y América del Norte. Contra ella no hay todavía vacuna ni tratamiento curativo específico, solo preventivo. De manera que, con toda razón, aunque el foco de la epidemia de ébola está en el continente africano ha hecho saltar las alarmas en todo el mundo, pues debido a los modernos medios de movilización masiva internacional ningún país está a salvo del peligro de contagio.
Los casos de contagio de ébola que se han detectado en Europa y Estados Unidos han sido entre personas que han atendido directamente a enfermos que llegaron de países africanos atacados por la epidemia. Pero la detención en Chinandega de los africanos en tránsito ilegal por Nicaragua, aunque ninguno estuviera contaminado, prueba que la amenaza del ébola ronda en los alrededores.
En su edición de ayer LA PRENSA informó que según el periódico mexicano El Universal, en los primeros ocho meses de este año 361 ciudadanos africanos indocumentados (entre ellos 25 procedentes de cinco de las seis naciones de África afectadas por la epidemia de ébola), entraron a México ilegalmente procedentes de Panamá. Esas personas seguramente pasaron por Nicaragua.
Otra vulnerabilidad de Nicaragua es su estrecha relación con Cuba y el intenso intercambio de pasajeros entre ambos países. Cuba es un exportador de médicos y muchos de ellos se encuentran en el continente africano. Además, 461 médicos y especialistas cubanos han sido enviados a África atendiendo el pedido de la OMS de ayuda internacional para luchar contra el ébola.
El personal médico cubano permanecerá seis meses en los países africanos atacados por la epidemia. Ninguna autoridad quiso confirmarlo, pero extraoficialmente se conoció que los médicos cubanos recibirán altos salarios y un seguro médico de la OMS, aunque los beneficiarios no serían sus familiares sino el Estado de Cuba. Además, citando a CNN en español El Nuevo Herald de Miami informó el martes de esta semana que de acuerdo con una fuente de la OMS en Cuba, los miembros del personal médico cubano en África que se contagien de ébola no podrán regresar a su país para recibir tratamiento. Y según otros medios de información de Miami, si algunos de ellos murieran serían sepultados en África porque los cadáveres representan un alto riesgo de contaminación.
Se considera que desde un punto de vista estrictamente médico estas medidas extremas tienen sentido, pero son inhumanas. Y de todas maneras no garantizan de manera absoluta que el ébola no pueda ser llevado por alguien a Cuba y desde allí a otros países del Caribe y América Latina, sobre todo a los que tienen estrechas relaciones con el régimen comunista cubano. De manera que todas las precauciones son válidas y necesarias.
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