[doap_box title=”Interés” box_color=”#336699″ class=”aside-box”] Wilton López, quien optó por la agencia libre, puede escuchar ofertas de cualquier equipo, y de acuerdo con su abogado, ocho organizaciones han mostrado interés en él.
Mi abogado me dijo que hay por lo menos ocho equipos interesados, entre ellos Toronto, Royals, Rojos y hasta los mismos Astros, donde yo me sentí muy cómodo, dice López. Wilton tiene 16-17 y 3.54 en su seis años en las Mayores. Este año 0-0 y 11.37 con los Rockies. Entre 2010 y 2012 registró 2.64 y 1.12 de whip en 204.1 innings con los Astros, lanzando al menos 64 juegos al año. [/doap_box]
Un día después de la cirugía que se le practicó en el codo, Wilton López trató de mover el brazo, pero un dolor agudo lo frenó en el intento.
Ay Dios mío, yo creo que hasta aquí llegué, fue su reacción aquel día, mientras al verse en el espejo descubría un rostro demacrado.
Tres meses después, López está en pie de guerra. Aún no sabe dónde lanzará el próximo año, pero lo hará en algún lugar. Su brazo está restablecido y su ánimo también.
¿En realidad creías que no ya no podrías lanzar de nuevo?
No, a lo mejor fue locura o sofoque que a uno le agarra. La operación no era complicada. Era limpiar unos excesos de hueso en el codo que me causaban cierto dolor luego de lanzar. Pero yo quería sentirme bien el mismo día y ahí fue que me dolió.
¿La recuperación es total?
Total. Después de la operación (en julio pasado) yo me rehabilité y ya para septiembre se me puso a lanzar en juegos simulados, porque las ligas ya estaban terminando. No volví a sentir dolor. Y creo que estoy en capacidad de trabajar a fondo. Por ahora voy a lanzar con Nicaragua en México y veremos qué pasa.
¿Aún te queda cuerda para las Ligas Mayores?
Pues yo creo que sí. Me siento bien, he madurado como persona y antes de ir a Colorado yo demostré que puedo ser útil en cualquier equipo.
¿Qué pasó en Colorado?
No pude adaptarme. La altura de la ciudad, el viento y el ambiente no me dejaron asentarme. El sinker, que es mi picheo principal, no se hundía y eso me hizo sufrir mucho.
¿Qué pasa si no hay contrato?
Nada. A buscar qué hacer. Dios me ha bendecido bastante ya. Mi sueño era tener una casita para que mis hijas no anduvieran rodando y Dios ya me ha dado eso y algo más.
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