Información sobre la artritis reumatoide
Por: Miguel Barbosa Rivas. Reumatólogo.
El ochenta por ciento de la población desconoce en qué consiste la artritis reumatoide y, a pesar de manifestar síntomas, acude tarde al médico, a menudo cuando ya ha sufrido un daño irreparable en las articulaciones.
La principal consecuencia de la artritis reumatoide es la inflamación de las articulaciones. Esto provoca dolor, deformidad y dificultad para el movimiento. Tiene un gran impacto en la calidad de vida de los afectados y supone un gasto sanitario considerable.
Para mitigar sus efectos y concienciar a la población, expertos y asociaciones de pacientes dedican el mes de octubre a la enfermedad, con el objetivo de informar tanto a los profesionales de la salud como a pacientes, a su entorno y a los ciudadanos en general.
Los aspectos en los cuales está previsto incidir son: la importancia del asociacionismo, la revolución del tratamiento con las nuevas terapias biológicas, la necesidad de combatir el dolor, ya sea con medicación, rehabilitación o fisioterapia, entre otras, y la relación entre artritis reumatoide y discapacidad e incapacidad temporal.
Los expertos también quieren aclarar distintas creencias sobre esta enfermedad asociadas al clima o a la alimentación y a su confusión con la artrosis (enfermedad degenerativa de las articulaciones).
Se quiere incidir en la importancia de un diagnóstico precoz para empezar el tratamiento cuanto antes y retrasar su evolución. De la misma manera, se quiere hacer hincapié en los profesionales de la asistencia primaria para que, ante la mínima sospecha, deriven a los pacientes al reumatólogo para que soliciten las pruebas pertinentes que permitan diagnosticarla cuanto antes y poder minimizar así el deterioro físico y el impacto en su calidad de vida.
En este marco, también hay lugar para las reivindicaciones de los afectados, quienes piden medidas para disminuir el impacto de la enfermedad en sus vidas.
Desastres anunciados y responsabilidad civil
Por: Amelia Barahona
Todos sabemos por amplia experiencia que Nicaragua es un país altamente vulnerable a todo tipo de desastres naturales.
Cada año, especialmente en invierno, nos enfrentamos a las fuerzas desatadas de la naturaleza que en forma de fuertes lluvias, violentas inundaciones, huracanes o tormentas tropicales, arrasan con vidas y bienes a lo largo y ancho del país. Sin mencionar las dilatadas sequías que dejan yermos nuestros campos y destruyen el esfuerzo de miles de campesinos. La nuestra es una historia de permanente resurgir de las cenizas, de enfrentar, a veces con las uñas, las constantes desgracias que se ceban principalmente en los más débiles.
A nivel urbano la situación se torna igualmente dramática con miles de familias asentadas en zonas precarias, sin condiciones mínimas de habitabilidad, sin infraestructuras básicas, sin un techo digno. Las orillas de los cauces, los barrancos, el borde del lago, están colmadas de miserables viviendas con una alta densidad poblacional en constante riesgo de sus vidas.
La desgracia acaecida en el barrio 18 de Mayo debería constituir un punto de inflexión en la larga cadena de desastres anunciados.
Los periódicos recogen las voces de muchos de los involucrados: Alcaldía de Managua, instituciones de Gobierno, urbanizadoras, Policía, pobladores afectados, asociaciones de vecinos, etc. que se pronuncian en busca de justificaciones a la tragedia. Pero hasta el momento no se ha escuchado a nadie reconocer sus fallos:
—La Alcaldía por permitir este constante crecimiento de asentamientos irregulares carentes de todo, que se desarrollan en terrenos que mafias organizadas venden a las pobres familias sin que haya ninguna instancia que aplique las leyes vigentes. Una y otra vez, cuando sobreviene la desgracia, se limpian los sitios, que poco más tarde son vendidos de nuevo y el ciclo se perpetúa a la vista y paciencia de las autoridades.
—Las urbanizadoras que construyen con evidente desapego a las estrictas regulaciones del Código de Construcción, con mano de obra escasamente calificada y pobre supervisión técnica. Los resultados están a la vista: cuestionables estudios de suelo, pobre compactación, pésimo diseño del drenaje de las aguas superficiales, malas fundaciones, mal diseño de muros de contención y un largo etc., tanto en urbanizaciones económicas como en aquellas de alto nivel.
—Las instituciones responsables, que permiten todo lo anterior, se hacen de la vista gorda con las violaciones al Código de Construcción y a las regulaciones urbanas y carecen de supervisión de campo.
—La Policía que solo reacciona después del desastre.
—Los pobladores que se arriesgan a continuar el ciclo de desgracias desoyendo las experiencias anteriores, en su desesperación por tener un techo para sus familias.
Las asociaciones de profesionales deberían pronunciarse sobre estas situaciones en cumplimiento de su compromiso con la sociedad en su conjunto y exigir el respeto debido a los Códigos vigentes.
Evadir el bulto, obviar las responsabilidades directas, no asumir los fallos que objetivamente existen, son prácticas que deben acabarse por el bien de la comunidad nicaragüense.
La historia se repite
Por: Violeta Reyes de Padilla
Hace pocos días se conoció por los kurdos sirios, que los bombardeos que están haciendo los EE. UU. y algunos países de la coalición sobre los fundamentalistas islámicos, no han sido muy eficaces, pues no han detenido el avance de los yihadistas que ya tienen en su poder varias ciudades sirias. La mayoría de sus habitantes han huido hacia Turquía y, los que no han podido salir, están sufriendo torturas y muertes terribles. No es de extrañar lo que está sucediendo ya que una ayuda ¡a medias! no da buen resultado.
Es meritorio que el presidente Obama se haya lanzado a liderar una coalición mundial para frenar a esos terroristas islámicos que quieren imponer la ley sharia, al mundo entero, por medio de la violencia y la barbarie. Los mismos países que le dan culto a Alá no están de acuerdo con las leyes terribles del Califato Islámico, que es una perversión del Islam. Esta secta política lleva al hombre a su propia destrucción para ser instrumento de una causa.
Esta ley fue fundada en 1750 en Arabia Saudita y ahora están tratando de revivirla unos fundamentalistas que quieren que el mundo entero se postre ante Alá.
La decisión del presidente Obama y la coalición, de excluir a Bashar al Asad en la defensa de Siria, es un poco desatinada, ya que no están dando resultados los bombardeos. Es necesario un ejército dentro de Siria y el único que puede liderarlo es Asad, quien actualmente se encuentra con pocas armas y un gran desgaste debido a la guerra civil en su país, el cual ha durado más de tres años.
Es el momento de actuar; se tiene que tomar en cuenta a Asad prestándole ayuda y uniéndolo a la coalición. Si se deja que el Estado Islámico se tome Siria (ya está por hacerlo), será muy difícil detenerlo; el peligro para el mundo será mucho mayor.
He creído siempre que debe tomarse en cuenta la historia, religión y cultura de los pueblos para no cometer los errores del pasado.
La invasión de Irak fue un grave error. Los EE. UU. no tomaron en cuenta la idiosincrasia del país, no conocía las grandes divisiones entre shiitas, sunitas y kurdos. Al abandonar el país los estadounidenses dejaron un gobierno debilitado que no pudo detener las fricciones y ataques mutuos entre ellos. El país estaba propicio para que los terroristas islámicos penetraran en el país y se apoderaran de varios pueblos y ciudades. Gracias a Dios han sido expulsados de la mayor parte de Irak.
Si no ayudan al único jefe conocido, Bashar al Asad, líder capaz de ganar la batalla a los invasores, el país quedará en manos de los fundamentalistas aberrados.
“Entre dos males se debe elegir el menos malo”.
Ver en la versión impresa las páginas: 11 A
